En los salones de Arminera 2025, los pasillos vibraban con una certeza: Argentina está dejando de ser la eterna promesa para convertirse en protagonista de la minería global.
Las estadísticas lo confirman, pero más el pulso de las inversiones, los estudios de factibilidad, los acuerdos con gigantes globales y el renovado interés geopolítico por su subsuelo rico en cobre, litio, oro y uranio. El país se prepara para un salto que puede redefinir su matriz productiva y colocarlo en el mapa como un nuevo gigante minero del siglo XXI.
San Juan, capital del cobre argentino
Entre las montañas de San Juan, en la cordillera de los Andes, se concentran cinco de los proyectos de cobre más prometedores del continente: Los Azules, El Pachón, Altar, Josemaría (parte del distrito Vicuña) y Filo del Sol. Todos superan los USD 1.000 millones de inversión prevista y están impulsados por empresas multinacionales con experiencia global.
- Los Azules, operado por McEwen Copper, prevé producir más de 175.000 toneladas anuales de cátodos de cobre a partir de 2029. Su mayor diferencial es su apuesta por ser 100% eléctrica, alineada con los criterios ESG que hoy buscan los inversores internacionales. En 2024 ya había captado una inversión estratégica del fondo árabe STC y de la automotriz Stellantis, y en 2025 avanza con la campaña de perforación más ambiciosa de su historia.

- El Pachón, propiedad de Glencore, proyecta ser una de las minas más importantes del hemisferio sur. Con una inversión de USD 5.600 millones y una vida útil de 25 años, producirá unas 350.000 toneladas anuales. Ya ha superado varias instancias técnicas ante la Secretaría de Minería nacional.

- Altar, en manos de la canadiense Aldebaran Resources, es otro proyecto de escala mundial. En los últimos años ha ampliado sustancialmente su base de recursos y en 2025 lanzó una agresiva campaña de exploración financiada por South32.

- El distrito Vicuña, integrado por Josemaría y Filo del Sol, es uno de los conglomerados más atractivos para el capital canadiense y sueco. Josemaría, adquirido por Lundin Mining, ya inició construcción y prevé extraer 131.000 toneladas anuales. Filo del Sol, de Filo Mining, continúa ampliando sus recursos con perforaciones exitosas que lo ubican entre los yacimientos de mayor ley descubiertos recientemente.

Catamarca y el regreso de MARA
En Catamarca, el proyecto MARA (integración de Agua Rica y Minera Alumbrera) resurge como un símbolo de reconversión. Bajo control de Glencore desde 2023, con una inversión de USD 3.000 millones, tiene potencial para convertirse en uno de los 25 principales productores de cobre a nivel mundial.

Se estima que producirá 200.000 toneladas anuales en su primera década. Su infraestructura, aprovechando el legado de Alumbrera, acelera tiempos y reduce costos.
NOA: el litio, la joya energética del siglo XXI
En paralelo al cobre, el litio se consolida como el otro vector estratégico. En el triángulo conformado por Salta, Jujuy y Catamarca, Argentina cuenta con más de 50 proyectos en diferentes etapas, 8 en operación y 12 en construcción avanzada.

- Exar, en Jujuy, opera Cauchari-Olaroz y ya produce 40.000 toneladas anuales de carbonato de litio, con una nueva planta de extracción directa en construcción.
- En Salta, Rio Tinto avanza con Proyecto Rincón, recientemente aprobado bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), con una inversión total de USD 2.500 millones.
- Empresas como Ganfeng Lithium, Lithium South, Posco y Arcadium compiten por liderar la transición energética desde el NOA. Argentina se perfila para ocupar el segundo lugar mundial en producción de litio en 2025, detrás de Australia y por encima de Chile.
- A su vez, Y-TEC, brazo tecnológico de YPF, firmó en mayo un acuerdo con la israelí XtraLit para probar tecnologías de extracción directa (EDL) de última generación, con el objetivo de reducir impacto ambiental y aumentar eficiencia.
Patagonia: oro, plata y el debate por el uranio
La región patagónica, históricamente marginal en el relato minero nacional, comienza a ganar centralidad. En Santa Cruz, proyectos como Cerro Vanguardia, Don Nicolás, y Cerro Moro continúan produciendo oro y plata con buenos rendimientos. Además, la provincia se destaca por su marco normativo estable y acuerdos de sustentabilidad con comunidades.

En Río Negro, la empresa Patagonia Gold reactivó su plan de exploración en el proyecto Calcatreu, donde busca oro y plata de alta ley. Aunque paralizado durante años, el avance de la minería en otras provincias revitaliza el debate sobre su desarrollo.

Pero es el uranio el mineral que más interés geoestratégico despierta. En Chubut, la CNEA y la empresa UrAmerica han mostrado interés en reactivar proyectos como Cerro Solo y Laguna Salada. Sin embargo, la vigencia de la Ley 5001 —que prohíbe la minería a cielo abierto con uso de Cianuro— representa un fuerte límite. Aún así, el contexto internacional de seguridad energética podría reabrir el debate a corto plazo.
Oportunidad histórica
El desafío para Argentina no está solo en su geología, que ya es suficientemente atractiva, sino en lograr un marco jurídico estable, reglas claras, acuerdos con comunidades y sostenibilidad ambiental. La macroeconomía inestable, la infraestructura deficiente y los vaivenes políticos siguen siendo obstáculos, pero el potencial es indiscutible.
“Argentina tiene todo para convertirse en una potencia minera global”, repiten ejecutivos de Glencore, Rio Tinto y McEwen. Lo dicen no por cortesía, sino porque ven en el subsuelo argentino los próximos grandes distritos de producción de minerales críticos para la transición energética y tecnológica del mundo.
Con información de Agendaindutrial y Mujerminera