Amparados por ciertos medios de comunicaciones amarillistas, que solo muestran información parcializada y mal intencionada la burguesía de Chubut sigue oponiéndose a la diversificación de la matriz productiva y postergando a la provincia a la pobreza generando zonas de sacrificio.
Durante la edad media, la explotación agraria feudal era de subsistencia. Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos y para pagar los diezmos a la Iglesia y la renta al señor.
De la recolecta se separaban también las semillas necesarias para la siguiente siembra. En esa época los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los diezmos y la renta. Diez siglos después parece que nada cambio, puntualmente en Chubut, donde la burguesía acomodada y con empleo estatal bien remunerado, teme perder su status social en la comunidad y decide, mediante el escrache, el apriete, la mentira o la oposición violenta, de que puede o no, vivir el resto de la sociedad chubutense que no tiene la oportunidad de tener un empleo dignos y bien remunerado.
Esta burguesía, hoy en pleno siglo XXI trata de ignorante a todo aquel que, por convicción, profesión o simplemente por necesidad laboral, apuesta por el desarrollo minero en la provincia. Burguesía acomodada, que vive de aquellos que con esfuerzos aportan al estado pagando impuestos al fisco. Se atreven incluso a sugerirles de que otras alternativas pueden vivir y que van más allá de las que sugerían hace años atrás, por ejemplo, ventas de artesanías, ferias de empanadas, cría de choiques, cría de guanacos, siembra de papas, entre otras.
Pero… ellos, los señores burgueses, ¿serían capaces de demostrar con el ejemplo que se puede vivir de la agricultura en la meseta? ¿Se dedicarían ellos a la ganadería en la meseta central que todos los años se ve afectada por las sequías en verano o las intensas nevadas en invierno? La respuesta es evidente, la respuesta es NO, o NO ES NO….
Trabajar la tierra cultivando, o con animales en la ganadería es tan digno como trabajar en una oficina en medio de la ciudad. La diferencia está en las condiciones que ese trabajador tiene que realizar las labores y el sueldo que este perciba por ese trabajo. Y deja en evidencia que esta burguesía apuesta a que el gobierno provincial siga administrando pobreza, pero sin que ellos vean afectada su economía.
Total, si estos pueblos de la meseta requieren de la asistencia del estado luego de sufrir alguna contingencia climática esta misma burguesía, haciendo uso y abuso de la caridad, tiene preparada ropa vieja y usada para donarles y quizás algo de alimentos.
Pero nada de esto se podría hacer sin una prensa cómplice, sin ciertos medios de prensa amarillistas que se pone del lado de esta burguesía, prensa que subestima a la sociedad tergiversando la realidad y poniendo en un pedestal una única visión, convirtiéndola en una verdad absoluta.
Por Daniel Díaz Escobar /Vecino de Esquel
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