“Argentina necesita reglas claras que den tranquilidad a los inversores”, así lo señaló el Presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, Franco Mignacco. A su vez, destacó que “tiene la carga fiscal minera más alta de la región”.
Ya iniciada la transición energética y, rumbo al 100% de electro movilidad, el cobre es un recurso clave en la economía mundial presente y lo será mucho más en los años siguientes. Lo cierto es que la Cordillera de los Andes, desde el sur de Perú, abarcando el norte y centro de Chile y el centro oeste de Argentina, es la región con más reservas de cobre en el mundo. Sacando provecho de eso, Chile y Perú el año pasado exportaron cobre por USD 53.000 millones y USD 19.500 millones respectivamente, mientras la exportación nacional fue cero. ¿Qué necesita Argentina para producir y exportar cobre al mundo?
En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), Franco Mignacco, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), afirmó que “Argentina actualmente tiene grandes proyectos de cobre, los proyectos Josemaría en etapa de construcción, Los Azules del grupo McEwen y El Pachón, de la compañía Glencore, todos en la provincia de San Juan. Por otra parte, el proyecto Mara, en Catamarca y el proyecto Taca Taca de First Quantum, en Salta.
No obstante, destacó que el país “no avanzó al punto de posicionarse entre los grandes productores de cobre de la región. Está costando mucho consolidar estos proyectos. Cabe recordar, que Argentina no produce cobre, desde el cierre en 2018 de la mina catamarqueña Bajo de La Alumbrera, uno de los yacimientos más importantes a nivel mundial.
Sin reglas claras no hay grandes inversiones
Argentina está estratégicamente ubicada en la región cuprífera por excelencia, pero no es suficiente. En este sentido, Mignacco señaló que la minería del cobre “requiere grandes inversiones que van desde los USD 2.500 millones a más de USD 6.000 millones, es un alto capital de inversión y, por lo tanto, demanda reglas claras de estabilidad.
Para que se puedan plasmar los proyectos de cobre, principalmente se requieren reglas que respeten la ley 24.196 de inversiones mineras”.
Dos industrias comparadas
Al comparar el cobre con el litio en volúmenes de inversión en una mina de litio se habla de inversiones de entre USD 600 a USD 1.000 millones necesarios para un proyecto de 40.000 toneladas de producción. Mientras en el caso del cobre, para un proyecto importante como José María, debe contemplarse un monto cercano a los USD 6.000 millones de inversión inicial. Por la gran envergadura de la inversión de capital necesaria para el cobre, no es lo mismo conseguir USD 1.000 millones que USD 6.000 millones.
“El cobre tiene una gran oportunidad, pero se necesitan reglas específicas y claras para que los inversores lleguen al país y dar tranquilidad al gran volumen de inversiones que necesitan los proyectos de cobre. Para ser competitivos y no quedar por debajo respecto a otros países de la región ni otras localidades o regiones del mundo”.
A la vez, agregó Mignacco que “Argentina tiene un gran potencial y se estima que hacia 2040 la demanda de cobre se duplicará, por lo cual será necesario que los proyectos que actualmente están en cartera entren en etapa de producción”.
Particularidades para un contexto desfavorable
Pese al gran potencial del país, Mignacco advirtió que la minería del cobre “necesita condiciones particulares para que puedan desembarcar en Argentina grandes inversores. Principalmente para hacer frente a los problemas actuales: trabas a las importaciones, con la tardía aprobación de las SIRAs, trabas al acceso al mercado único y libre de cambio, para poder pagar los préstamos en el extranjero y hacer pagos de dividendos en el exterior”.
“Son las mismas dificultades que enfrentan muchas compañías internacionales que operan en el país, pero por el alto nivel de inversión que requiere el cobre, es imprescindible tener seguridad y reglas claras para que los proyectos puedan plasmarse”. Agregó Abatti que “para atraer este nivel de inversiones se necesita certeza, lograr ser un país competitivo al compararnos con otros de la región y poder ofrecer condiciones favorables para que los inversores lleguen al país”.
Alta presión fiscal
“Por otra parte, Argentina tiene la carga fiscal minera más alta de la región, es un tema que debe resolverse para dar viabilidad y tranquilidad a las inversiones que llegan al país. Esto es necesario para poder desarrollar los proyectos de cobre que demandan gran cantidad de mano de obra: más de 4.500 personas en la etapa de operación y casi 12.000 en la fase de construcción”.
Chile en el año 2022 exportó USD 53.000 millones en cobre, representa casi todo el sector agroindustrial. Sin embargo, Argentina no pudo “consolidar las normas ni las condiciones necesarias para que puedan venir los proyectos cupríferos”. Hoy nos regimos básicamente por la ley de inversiones 24196, que genera estabilidad fiscal a 30 años y las condiciones necesarias para que la carga fiscal no sea vulnerada en los años de vida del proyecto”, apuntaron desde la Cámara.
“Eso es parte de los desafíos como país: respetar la norma y que no sea vulnerada, como se hizo a lo largo de los distintos gobiernos, con modificaciones, subas y bajas de retenciones, que afectan directamente a los proyectos mineros”, señaló su titular.
Reglas como política de Estado
La normativa no se ha podido consolidar, el tiempo de construcción de un proyecto de cobre puede llevar entre 3 y 4 años, por lo cual también supera a los gobiernos que van reeligiéndose. Por consiguiente, es importante que las reglas de juego se establezcan como política de Estado y se mantengan en el tiempo para dar certeza a los inversores para desarrollar proyectos en el país.
En Argentina hemos perdido estos años para anticipar la fase de construcción, que se estima con proyectos actuales, totalizarían más de USD 22.000 millones en inversión. Esta es una inversión sumamente importante para el país que redundaría en exportaciones de cobre, llegando a casi USD 10.000 millones, si se pusieran operativos los 5 proyectos que tenemos en etapas más avanzadas”
Rumbo al 100% de electro movilidad
La curva de crecimiento de los autos eléctricos actualmente refleja un stock de casi 16 millones de unidades en el mundo, pero se calcula que para el 2040, podría alcanzar una totalidad de casi 380 millones de autos eléctricos. Esto generará una demanda mundial de los minerales estratégicos para la transición energética y la electromovilidad 5 veces mayor. Habrá un déficit mundial de cobre y Argentina con el cobre y el litio se puede posicionar como uno de los principales líderes globales.