A pesar del respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la nueva meta de reservas, el equipo liderado por Sergio Massa en Argentina se enfoca en encontrar incentivos en los sectores que pueden aportar más dólares en 2023 para compensar los efectos de la sequía.
Después de un año 2022 “complicado”, los complejos que conforman el podio exportador, detrás del sector agrícola, ven con expectativa el 2023, pero no descartan que será desafiante debido a la fuerte restricción de divisas.
Argentina apuesta a la industria automotriz y la minería, particularmente en el litio, como las actividades más prometedoras para este año. Ambas podrían sumar unos 15,000 millones de dólares.
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Las alternativas ante un panorama agrícola desalentador
Son los sectores que hoy tienen la capacidad de aumentar su producción, a diferencia de la energía, que promete cambiar la matriz económica con Vaca Muerta, pero no antes de 2024. La industria minera argentina cerró el año pasado con exportaciones por 3,857 millones de dólares, impulsadas principalmente por el oro, así como por un mayor protagonismo del litio en el NOA. Gracias al metal líquido, se espera que el sector supere los 4,000 millones de dólares en exportaciones, algo que no ha sucedido desde 2012.
Por su parte, las terminales automotrices que ya han exportado un 24.3% más interanual, equivalente a 8,500 millones de dólares, podrían crecer un 10% adicional. Según datos de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), el sector automotriz en conjunto alcanzará los 10,800 millones de dólares este año si logran superar los desafíos tanto internos como externos.
Promesas y desafíos
Para las empresas mineras, como para muchas otras compañías de diferentes sectores, el año 2022 ha sido “complejo”, según Franco Mignacco, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
Mignacco explicó que los resultados han posicionado a la minería como el quinto complejo exportador del país, con un superávit en la generación de dólares para el país, lo que la convierte en el segundo sector productivo que más aporta divisas netas al país. “Las empresas mineras han tenido que enfrentar dificultades derivadas de las restricciones cambiarias, que producen un desfasaje entre la exportación a precio dólar oficial y el uso de los mismos dólares para pagar los costos de los insumos y servicios necesarios para producir”, explicó Mignacco.
A esto se suman, por un lado, los retrasos en las importaciones que también complican a las empresas en etapa de construcción. Por otro lado, “la incertidumbre en relación con los cambios legales e impositivos afecta la planificación a largo plazo que requieren proyectos como los mineros”, aclaró. Martin Galdeano, presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ADEFA), señaló que “logramos cerrar el ejercicio 2022 con una suba superior al 20% impulsada por la demanda externa”.
Con información del El Economista