La especial relación del cobre con la electricidad ha sido evidente desde que los diseñadores de barcos comenzaron a instalar cobre regularmente para proteger los mástiles de los barcos de madera de los rayos, a principios del siglo XIX.
Hoy, por supuesto, podríamos estar más acostumbrados a ver las aplicaciones eléctricas del cobre mediante el uso de líneas eléctricas, cables telefónicos y cableado en prácticamente todos los principales electrodomésticos para el hogar. Millones de toneladas de cobre se utilizan para estas aplicaciones cada año, pero aún es incipiente para el uso en la electrificación. Esto se debe a que el cobre seguirá siendo un componente crítico en la revolución de la “energía verde”, gracias a la creciente adopción de vehículos que funcionan con baterías.
¿POR QUÉ COBRE?
La visión de hoy nos viene de Canadian Platinum Corp., y se centra en mostrar cuánto cobre hay en un vehículo eléctrico, junto con las propiedades que lo convierten en la opción ideal para un futuro con EV. Esto es, porque el cobre es un componente crucial para los fabricantes de vehículos:
Conductividad: El cobre es casi tan buen conductor como la plata, el metal más conductor, pero tiene una fracción de su costo.
Ductilidad: El cobre se puede transformar fácilmente en alambre, lo cual es importante para la mayoría de las aplicaciones eléctricas.
También, es importante tener en cuenta que la temperatura no lo afecta
Cobre en vehículos a combustibles Fosiles vs. Eléctricos
El UBS Evidence Lab desarmó totalmente un vehículo tradicional a gasolina y uno eléctrico, para comparar las diferentes cantidades de materias primas utilizadas. Lo que encontraron fue crucial: hay un 80% más de cobre en un Chevrolet Bolt eléctrico, en comparación con un Volkswagen Golf de tamaño similar.
La razón principal de esto es que en el corazón de cada EV se encuentra un motor eléctrico, que está construido con cobre, acero e imanes permanentes (tierras raras). Los motores eléctricos tienden a ser mucho más simples que los motores de gasolina, que tienen cientos de partes móviles. Increíblemente, en un motor eléctrico, puede haber más de una milla de cableado de cobre.
De acuerdo con Copper.org, si se compara toda la gama de vehículos a gasolina con los EV, se concluye que en los vehículos completamente eléctricos el uso del metal rojo aumenta dramáticamente.
Los automóviles convencionales a gas contienen entre 18 a 49 libras. de cobre, mientras que un EV alimentado por batería contiene 183 libras. Mientras tanto, para un autobús totalmente eléctrico, se necesita la friolera de 814 libras de cobre.
Con la adopción cada vez más de vehículos eléctricos, el cobre será un material esencial para la próxima electrificación de todas las formas de transporte terrestre.
El cobre está en el corazón del vehículo eléctrico y el mundo necesitará más. Para 2027, se espera que la demanda de cobre proveniente de los vehículos eléctricos aumente en 1.7 millones de toneladas, un número apenas inferior a la producción total de cobre de China en 2017. (Traducido y editado por S.R. Comunicaciones).
Fuente: http://www.guiachileenergia.cl
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