El proyecto Josemaría también creció en proveedores e inversiones, mientras espera permisos para avanzar hacia la construcción de la mina.
A un año de que el proyecto de cobre sanjuanino Josemaría obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental, paso clave para avanzar hacia la construcción, se conocieron datos fundamentales del avance del proyecto.
El más importante es el de creación de empleo: la mina pasó de contar con 216 trabajadores hace un año, a los actuales 1.755 empleados en forma directa e indirecta, es decir, creció 8 veces el número de puestos de trabajo.
Además, se duplicó el número de proveedores, al pasar de 191 empresas de servicios mineros, a las actuales 463 que tienen relaciones contractuales con la compañía minera. Tanto en el caso de empleados, como en el de proveedores, más del 80% son sanjuaninos, según dijo el Vicepresidente de Asuntos Corporativos, Alfredo Vitaller.
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En cuanto las inversiones, en el 2023 Lundin se comprometió a desembolsar este año 400 millones de dólares, respecto a los 320 millones invertidos el año pasado.
“Claramente estos indicadores muestran que Josemaría en San Juan sigue avanzando y dará cumplimiento a lo señalado en la Declaración de Impacto Ambiental” dijo Vitaller, luego de la desmentida acerca de una eventual venta del proyecto sanjuanino.
Otros avances en cuanto a contratos se dieron la semana pasada cuando se adjudicó a una empresa local para el mantenimiento de la ruta 430 de Angualasto al norte. Además, anticipó que esta mañana, en conjunto con el Ministerio de Minería, se nombró a un moderador que tendrá como misión mediar en la relación entre proveedores y la minera. El cargo recayó sobre Javier Manini, de quien se dijo que es especialista en mediar en mesas de trabajo.
Con respecto al futuro campamento del proyecto, para albergar a 5000 personas, se informó que se está terminando la Fase 1, de 1250 camas. Estas se sumarán a las 1.000 camas ya existentes. También se está avanzando en armar la licitación del futuro camino por San Juan que tendrá la mina, ya que actualmente para llegar al proyecto se tiene que ir por La Rioja. “Estamos esperando permisos que nos faltan, pero creemos que este año vamos a poder hacer el llamado a licitación”, dijo Vitaller.
El directivo insistió que no se pueden dar fechas exactas acerca de cuándo se comenzará con la construcción de la mina, pero lo que es seguro es que no será en el 2023: este año se avanzará en conseguir el financiamiento necesario para la construcción del proyecto, que demanda una inversión superior a los 4.000 millones de dólares.
Un nuevo dique de colas
Hace unos días la compañía minera presentó una modificación al muro principal del futuro dique de colas que tendrá la mina de cobre, una reformulación del proyecto original que le exigió el Ministerio de Minería quien ahora debe dar su aprobación final. Vitaller dijo ayer que esa modificación implicará un costo extra de entre 120 y 150 millones de dólares.
“Fue uno de los requerimientos importantes que nos hizo la autoridad minera, nosotros originalmente habíamos hablado de realizar un muro de eje central, que creímos suficientemente robusto para estar en una zona sísmica pero la autoridad minera hizo hincapié en que querían un modelo más seguro para ellos.
Lo analizamos, lo estudiamos, hicimos la ingeniería y la presentamos, y ahora las autoridades lo están analizando”, explicó el directivo.
