Si bien la solución cianurada que se escapó de un caño no llegó a salir del valle de lixiviación de la mina Veladero, sí empujó roca lixiviada que traspasó los límites de la berma, un talud de contención.
Frente al incidente, el cual según las mediciones no impactó en las aguas del río más cercano, la gestión uñaquista endureció su postura contra la empresa Barrick.
No sólo le exigió que haga más altas las áreas que actúan como tapones del líquido y de los materiales sino que en el paquete incluyó mejoras adicionales para que la compañía pueda levantar el freno en la actividad del emprendimiento.
La principal es la instalación de cámaras de monitoreo en toda la zona para que la Policía Minera pueda ver en tiempo real si se producen fugas de solución cianurada en alguna de las fases del proceso.
Los requerimientos fueron dados a conocer ayer en una conferencia de prensa por el ministro de Minería, Alberto Hensel, quien estuvo acompañado del subsecretario de Trabajo, Roberto Correa Esbry. Por lo informado, el parate en la mina dependerá de la rapidez de la empresa en presentar un plan de trabajo y cumplir con las mejoras, por lo que aún no hay fecha de su reactivación. Ambos funcionarios volvieron a señalar que la firma garantizará los puestos de trabajo y sus salarios.
El organismo de control minero le venía advirtiendo a Barrick que levantara la altura de las bermas e inclusive le labró un acta por ese tema el mismo 8 de este mes, el día del incidente. Hensel destacó que el incumplimiento fue el detonante de que el material lixiviado saliera de los límites permitidos. Por esa razón, se inició un sumario que en el Gobierno dan por hecho que culminará en una sanción con su respectiva multa, aunque todavía no se habla de cuánto será.
No es lo único que tendrá en cuenta el Ejecutivo a la hora de evaluar el tema, ya que también se dio otra anomalía. Según confirmó Hensel, el incidente se produjo a las 2.30 del jueves 8, pero los directivos de la empresa no les informaron nada a los inspectores de la Policía Minera que estuvieron en la mina desde el miércoles 7 hasta las 15 del día siguiente.
El aviso se produjo ese mismo jueves, al titular del organismo de control, Marcelo Ghiglione, pero cerca de las 23. El ministro dijo que su funcionario lo llamó a los pocos minutos y que la explicación que dio la compañía fue de un incidente menor, que no tuvo repercusión en los cauces de agua, que la solución cianurada no salió del valle, que el material que sí había sobrepasado los límites había sido reintegrado y que la presentación formal de lo sucedido se iba a hacer el lunes.
El informe efectivamente llegó a manos oficiales el lunes, cuando el gobernador Sergio Uñac tomó conocimiento, indicó Hensel, y el martes los inspectores de la Policía Minera constataron lo informado por la firma de capitales canadienses.
El dato sobre el incidente estalló el miércoles en la asamblea minera “Jáchal no se toca”, que llevó a cabo manifestaciones y un grupo de sus integrantes agredió ayer al Gobernador, quien se había acercado a dialogar con ellos (ver página 5). El titular de Minería se refirió a ese grupo de activistas. “Son algunos jachalleros con algún apoyo externo. No representan a la cultura, inteligencia y cordialidad de los jachalleros. La asamblea siempre fue violenta”.
El caso también llegó a la instancia judicial. El abogado jachallero José Torres presentó una denuncia penal para que se investigue el incidente. El fiscal de Estado, Guillermo De Sanctis, y el defensor del Pueblo, Julio César Orihuela, también radicaron denuncias y en la Fiscalía están evaluando si le piden al juez jachallero que se abra la investigación.
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