Los fabricantes de automóviles que enfrentaron precios vertiginosos del litio y otros metales para baterías el año pasado podrían adoptar cada vez más celdas basadas en sodio en el futuro, lo que ayudaría a aliviar las tensiones sobre las materias primas a medida que aumentan las ventas de vehículos eléctricos, según BloombergNEF.
En un nuevo análisis de la tecnología, Bloomberg NEF dijo que espera que el sodio le quite cuota de mercado al extremo más barato y de rango más bajo del mercado de automóviles en China, y que para 2035 podría desplazar alrededor de 272.000 toneladas de demanda de litio.
Se proyecta que eso represente alrededor del 7% del mercado general ese año. Si surge una escasez prolongada de litio, el cambio podría ser mucho más agresivo, dijo BNEF.
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“Las baterías de iones de sodio son una tecnología alternativa que puede liberar cierta presión sobre la cadena de suministro compleja y creciente del litio. Si bien la participación relativa de iones de sodio en el caso base puede parecer pequeña, el crecimiento absoluto es muy significativo, lo que es una consecuencia de la rapidez con la que crece todo el mercado”, dijeron los analistas.
El atractivo del sodio proviene de su abundancia en sales de roca y salmueras en todo el mundo, pero quedó rezagado con respecto a otros metales de batería en términos de rendimiento. El lanzamiento en China de vehículos eléctricos de bajo costo basados en células a base de sodio podría representar un momento decisivo para la tecnología.
Si bien aún podría faltar algunos años para la comercialización amplia, la promesa de las baterías a base de sodio ha provocado un debate generalizado sobre si podrían volverse lo suficientemente populares como para ayudar a aliviar la escasez de litio a medida que continúa el aumento de la demanda de vehículos eléctricos convencionales y de alta gama.
En un escenario extremo, si los mineros de litio no logran seguir el ritmo del aumento del consumo con la próxima generación de baterías de alta gama, la sustitución del sodio en el mercado de automóviles masivo podría reducir la demanda general de litio en un 37%, el equivalente a 1,4 millones de toneladas para 2035, dijo BNEF.
Si bien eso podría implicar una revisión importante de la cadena de suministro, la adopción generalizada de baterías de fosfato de hierro y litio de bajo costo en los últimos años ofrece una ilustración de la rapidez con la que se pueden adoptar nuevas tecnologías de baterías en respuesta al aumento de los costos de las materias primas.
“BNEF espera que la densidad de energía de los iones de sodio en 2025 sea comparable con la de LFP a principios de la década de 2020, cuando LFP absorbió una parte significativa de la demanda mundial de baterías”, explicaron.
Con tanto la oferta como la demanda de metales para baterías creciendo a un ritmo vertiginoso, pronosticar el camino del crecimiento futuro en la industria ha demostrado ser una tarea desafiante y polémica.
Los avances técnicos tanto en la química de las baterías como en las técnicas de extracción podrían tener importantes consecuencias en el mercado en los próximos años, lo que lleva a algunos analistas a pronosticar grandes repuntes, mientras que otros, como Goldman Sachs Group, dicen que no se vislumbra el final de un caída reciente de los precios.
El éxito potencial de las baterías de iones de sodio ya se está volviendo demasiado grande para ser ignorado por los consumidores que deberán decidir quién tiene razón.
“En el futuro, me niego a comprar una sola pieza de investigación de cualquier empresa de análisis de litio que no tenga una visión razonable y pragmática de los iones de sodio en su pronóstico de EV”, dijo George Heppel, director comercial de metales para baterías de BASF SE en abril cuando CATL anunció su primer acuerdo para suministrar células de sodio a un fabricante de automóviles chino.
“En este momento, esa parece ser la mayoría de ellos”, dijo Heppel.
Fuente: BLOOMBERG
