La diputada nacional.se refirió a la situación del litio, el tema del momento.
La diputada nacional y ex gobernadora de la provincia, Lucía Corpacci, dejó clara su postura sobre a la posibilidad de nacionalizar el litio, según el debate que se instaló durante esta semana. “Las provincias han peleado mucho para que se reconozcan sus derechos como dueñas de sus riquezas. En mi opinión es un retroceso”, dijo en diálogo con Catmarca/12.
Actualmente la Argentina es la cuarta productora mundial, con solo dos proyectos en ejecución, uno de ellos en Catamarca, donde el litio se explota desde 1997.
El recurso entró con fuerza en la escena nacional a partir de la ley de Movilidad Sustentable o electromovilidad, que anunció el presidente Alberto Fernández. Para esto es clave, además de la extracción, poder desarrollar una cadena de valores que incluya la producción de baterías de litio.
En este sentido, Catamarca, Salta y Jujuy crearon la Mesa del Litio para trabajar estrategias conjuntas. Posteriormente, las provincias conformaron la Mesa Nacional junto al ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas.
Hasta aquí parecía marchar la cosa. Sin embargo, esta semana el diputado Marcelo Koening (FdT) anunció que estaba trabajando en un proyecto de ley que, entre otras cosas, plantearía declarar el litio como recurso estratégico y a partir de allí crear una Comisión Nacional de la cual dependan las decisiones a tomar en la industrialización del mineral.
El diputado salteño, también del FdT, Lucas Godoy, quien ya presentó un proyecto para declarar el litio como recurso estratégico, con el fin de desarrollar la cadena de valores, expresó en este sentido: “El debate que se generó en los últimos días sobre la supuesta intención de nacionalizar el litio, no es una idea factible en caso de tener algún asidero. El artículo 124 de la Constitución Nacional, incorporado en la reforma de 1994, es claro respecto al dominio de los recursos naturales de las provincias”.
En tanto, el Senado de Catamarca aprobó ayer jueves sobre tablas un proyecto que declara de interés parlamentario la Mesa Regional del Litio.
En este contexto, Catamarca/12 dialogó con Lucía Corpacci, quien además es presidenta de la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados de la Nación.
-¿Cuál es su consideración sobre la idea de declarar la explotación del litio como un recurso nacional?
-Me enteré por los medios de prensa. Sé que también hay un proyecto del diputado salteño Lucas Godoy, pero creo que va por otro lado. Quedé con Lucas que íbamos a juntarnos para verlo, lo que me explicó es una cosa de poner en valor el litio, pero de ninguna manera resignar la potestad de las provincias sobre los yacimientos.
También hablé con Koening, me dijo que no había presentado nada, que tenía una idea, y sí era algo como nacionalizar el litio y un poco que sea el Estado Nacional quien lo regule y ponerlo como mineral estratégico, pero no lo había presentado todavía. Le pedí que nos juntáramos a ver, para que sea una cosa que nos beneficie a todos y escuchemos la mirada también de las provincias que tenemos litio.
-En este sentido, ¿el litio está abriendo un debate sobre la forma de encarar la minería?
-Lo primero que, vuelvo a insistir, tenemos que definir si queremos desarrollar la minería o no, con normas claras, con reglas claras, es lo primero que tenemos que definir, porque no podemos hablar que queremos hacer baterías de litio, pensando que lo únicos que se necesita es el litio, es un elemento entre muchos elementos para hacer baterías. Muchos de esos elementos tienen que importarse porque no existen en nuestro país. Ahora, hay que sentarse y ver cuál es la posibilidad real y concreta del país de hacer baterías de litio.
Por otro lado, cuando uno habla tanto de la energía alternativa y que vamos a fomentar la industria automotriz a partir de la electromovilidad, hay que tener en claro que hace falta cobre. Y si creemos que solamente vamos a hacer minería del litio y no del cobre, estamos en un problema.
Te pongo un ejemplo, nosotros teníamos Alumbrera, que ya está en cierre, pero tenemos otro proyecto en cierne que es Agua Rica y que ha sido estigmatizado, cuando en realidad este proyecto MARA, es más chico que el inicial, incluso usa parte del agua de la Alumbrera, entonces con ese proyecto hemos tenido un problema en Andalgalá que hasta incendiaron las oficinas.
No se puede hacer minería de un mineral y de otro no, las reglas del juego tienen que ser igual para todos los minerales.
Claramente, hablamos de una minería sustentable, que respete el medio ambiente, que incluya respeto y desarrollo para las comunidades.
-¿En el debate que se está dando se pone en juego la capacidad de negociación de las provincias frente a los mercados internacionales?
-Hay que respetar la capacidad de negociación de las provincias, no es bueno pensar que lo que se hace en Buenos Aires es mejor que lo que se hace en las provincias. Y en cuanto a la venta del mineral, es el quid de la cuestión, la empresa explota el yacimiento, pone en valor el mineral, no lo vende el Estado nacional ni provincial.
Sí me parece excelente iniciativa de crear la YPF del litio, porque tener una empresa nacional que explote y compita con las empresas que vengan de otros países, eso me parece muy interesante. La otra historia de ceder los yacimientos al Estado nacional no me parece. Las provincias han peleado mucho para que se reconozcan sus derechos como dueñas de sus riquezas. En mi opinión es un retroceso.
Por otra parte, hay que definir cuando se dice que el litio es un recurso estratégico, qué significa, eso hay que tenerlo en claro, yo no sé cuáles son los puntos que se vienen teniendo en cuenta para llamarlo estratégico, si es que lo puede vender quién, si lo puede comprar quién, cuánto se puede comprar, qué cantidad tiene que salir del país… Es una discusión que hay que dar porque todos decimos que el litio es importante.
Y hay otra cosa que es fantasiosa y es creer que tiene un valor que no tiene. El litio no es oro. Es muy valioso, muy importante, es una bendición tener un recurso que está siendo tan necesario y es efectivamente el mineral del presente y del futuro inmediato, pero no tiene el valor comercial que el común de la gente cree que tiene.
Por otra parte, ¿a alguien se le ocurre que las provincias petroleras renunciarían a su potestad sobre sus yacimientos?
-¿La mesa del litio busca fortalecer a las provincias en este contexto?
-Salta, Catamarca, que explota el litio desde hace años, y Jujuy, que son las provincias que producen litio, podemos tener estrategias comunes. Como región podemos definir cosas: ¿por qué la mayoría de los insumos que se utilizan en la mimería tienen que venir de Buenos Aires?, ¿por qué no podemos producir insumos en relación a la minería?, ¿por qué no tenemos mejor formación profesional respecto a la minería? Son cosas que no tiene que ser Nación la que defina.
-Usted ha dicho que Argentina necesita definir qué minería quiere.
-Lo que creo es que Chile defiende la minería, la gente coincide con la minería, uno va a Copiapó y se da cuenta lo que es. El desarrollo que tiene Chile es impresionante y es la minería. Ahora, es toda la minería, es el litio, el cobre, el oro. Nosotros negamos ese recurso y eso es lo que creo que tenemos que empezar a aclarar, porque usted puede decir yo no comparto, creo que la minería no es lo mejor, creo en industrias que generen menor impacto ambiental, está bien. Lo que no se puede hacer es impedir y destruir eso y que todo dé lo mismo y que no pase nada.
Las provincias cordilleranas no somos la pampa húmeda, tenemos la posibilidad de hacer agricultura, pero en un sector pequeño de nuestra geografía, el 60% es montaña, es una geografía inhóspita. Pero hemos sido bendecidos con tener muchos recursos enterrados, pero enterrados no les sirve a nadie. Que las sociedades nos interpelen está bien, pero la minería va cambiando. Cuando empezó Alumbrera a nadie se le ocurrió hacer estudios de impacto, ahora se les exige cuánta agua van usar, cuántos recursos y se tienen todos los cuidados.
Nosotros, las provincias cordilleranas, tenemos muchas posibilidades, no tenemos por qué ser condenados a vivir como pobres, porque tenemos muchos recursos.
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