Los medios y los políticos priorizan las mentiras de grupos ruidosos y violentos que los reclamos de la propia población local donde se iba a desarrollar la zonificación minera.
En la región de la Meseta Central hay un pedido concreto de los pobladores locales para que se permita el desarrollo de la industria minera. En su reclamo explican que esto traerá trabajo de calidad y bien remunerado, infraestructura, servicios básicos como agua corriente y gas natural, además de educación técnica y más personas.
Todo esto es ignorado por los violentos y ruidosos manifestantes que responden a Juan Grabois, que esta semana lograron que el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, anunciara que va a derogar la ley de zonificación minera que habilita este tipo de proyectos en la provincia, a pesar de que ya fue aprobada y firmada por el Gobierno.
El pedido de los vecinos de la región central es muy fácil de entender. El proyecto minero generará 83.000 puestos de trabajo, en uno de los rubros que tiene los salarios más altos del país. Contribuirá además al desarrollo de otros cientos de miles de puestos de trabajo indirectos, relacionados a la cadena de proveedores de bienes y servicios.
Como es común en otros desarrollos mineros del país y del mundo, las empresas que se instalen en Chubut necesitarán ingenieros y demás profesionales con conocimientos técnicos, que conseguirán en parte a través de desarrollar la educación en la comunidad local.
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Aparte de los operarios, las empresas mineras van a requerir el desarrollo local de una fuerza de trabajo educada con énfasis en las áreas de seguridad, medioambiente, recursos humanos, contabilidad, computación, negocios, ingeniería, geología, mecánica, soldadores, plomeros, carpinteros, cocineros, mecánicos, operadores de equipos pesados, especialistas en logística, marketing, y una lista sin fin de carreras .
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Yendo a lo macro, las mineras generarán miles de millones de dólares en exportaciones, justo lo que el país más necesita para ayudar al Banco Central que está en una situación financiera crítica. Incluso en pandemia, el sector hizo exportaciones el año pasado por u$s 2.600 millones.
Además, beneficiará a las PyMEs locales. El 80% de las compras de las empresas mineras las hacen en el lugar donde están radicadas, por lo que esto motorizará la economía regional.
Lamentablemente, la izquierda promueve mentiras sobre los proyectos mineros que se viralizan a nivel nacional, pero que los locales saben muy bien que no son ciertos.
Entre otras cosas, dicen que el Proyecto Navidad, un desarrollo minero de Pan American Silver que iba a empezar a operar tras la aprobación de la ley, iba a dejar sin agua al Río Chubut. Esta mentira es fácil de refutar: el emprendimiento está ubicado a 100 kms del cauce del río y no busca usar su agua. Por el contrario, el proyecto requiere agua de calidad industrial, que circula en un circuito cerrado.
Por supuesto que quien vive en esa zona ve con sus propios ojos que el proyecto se está armando lejos del río, pero es una mentira que los medios y los grupos de izquierda promueven y terminan engañando a la población.
Para los todavía escépticos, dejamos las palabras del hidrogeólogo senior y presidente de la empresa Hidroar SA, Carlos Scatizza, quien lo explica de la siguiente manera: “Navidad no puede contaminar el Río Chubut. Primero por una cuestión de lejanía, estará a más de 100 kilómetros, y luego porque entre la cuenca de sacanana, y el cauce del río hay otras dos cuencas y un desnivel al revés”.
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“Para llevar agua contaminada desde la minera al río Chubut habría que superar una cuenca utilizando bombeo mecánico”. Es decir, incluso si hay un error en el procesamiento de residuos y se da un derrame, existe un desnivel que impide naturalmente que los desechos vayan al Río.
Fuente: derechadiario.com.ar
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