Seis proyectos de gran escala en Argentina podrían alcanzar una producción por sobre los 1,2 millones de toneladas (Mt) de cobre anuales antes de la próxima década, entre ellos esta el proyecto Mara, ubicado en Catamarca.
Y así levantar una industria que ha estado paralizada desde 2018, tras el cierre de mina La Alumbrera en la provincia de Catamarca.
Sumando las inversiones de El Pachón, Los Azules, Josemaría y Filo del Sol, que hoy están en exploración avanzada y se sitúan en la provincia de San Juan, con las de Taca Taca, en la provincia de Salta, y Mara, que aprovechará la infraestructura de Alumbrera, se llega a un monto cercano a US$20.000 millones.
Las compañías detrás de los proyectos preparan los cimientos de una nueva industria cuprera que busca aprovechar la oportunidad que conlleva la transición energética global. La demanda aumentará en más de 40% las próximas dos décadas, señala un informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA).
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Por otra parte, la empresa de recursos naturales con sede en Suiza Glencore ha advertido el desbalance que habrá entre oferta y demanda debido al auge de la electromovilidad, las energías renovables, los sistemas de almacenamiento energético y las redes eléctricas.
Habrá “una brecha acumulada entre la oferta y demanda de 50Mt entre 2022 y 2030, que se compara con la demanda mundial actual de cobre, que está en alrededor de 25Mt anuales”, dijo el presidente ejecutivo de Glencore, Gary Nagle, según un medio internacional del sector.
La minería es uno de los principales sectores exportadores de Argentina, y el país requiere inyección de capitales para solventar su complejo panorama macroeconómico con tasas de inflación cercanas a 100% en los últimos meses y con un pronóstico para la expansión del PIB de solo 2% en 2023, advirtió el Banco Mundial.
“El gobierno está en una situación en que no puede negar la inversión extranjera ni la entrada de dólares que generan las exportaciones mineras y seguirá generando los incentivos necesarios. Sin embargo, este año los inversionistas y las multinacionales que ya operan en Argentina actuarán con más cautela”, dijo Marina Pera, investigadora de Control Risks para el Cono Sur, en conversación con BNamericas.
Solo ocho de los veinte proyectos cupríferos que están en la cartera minera de Argentina podrían generar exportaciones por US$11.000 millones anuales, según han indicado las autoridades del sector.
BNamericas revisa seis de estos proyectos andinos que se ubican a solo kilómetros de la frontera con Chile.
EL PACHÓN
Proyecto perteneciente a Glencore. Sus operaciones están bajo el control de la firma local homónima. Considera una inversión de US$5.600 millones para producir un promedio de 350.000t de cobre anuales durante 25 años.
En 2023 se avanzará en nuevas exploraciones, comentó el director del proyecto, Carlos D’Agnillo, en una reunión con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, en agosto del año pasado. Nagle manifestó en diciembre estar abierto a la opción de sumar un socio para acelerar el proyecto.
LOS AZULES
En manos de la canadiense McEwen Mining, que considera una inversión inicial de US$2.400 millones. La producción llegaría a 186.000t anuales de cobre en los primeros 13 años de una vida útil de 36.
La planta concentradora alcanzará una tasa de procesamiento de 80.000t/d en una primera fase, que aumentará a 120.000t/d en una segunda fase a iniciarse a partir del quinto año de producción.
Actualmente McEwen desarrolla su segunda campaña de perforación que se extiende hasta junio. En el 1T23 entregará la evaluación económica preliminar, seguida en el 2T23 por una oferta pública inicial y, para 2024, un estudio de viabilidad.
La subsidiaria McEwen Copper anunció en diciembre una inversión por US$82 millones que comprende US$25 millones de la empresa de tecnologías de lixiviación de cobre Nuton, propiedad de Rio Tinto, y US$40 millones del presidente ejecutivo de la compañía, Rob McEwen.
JOSEMARÍA
El proyecto de Lundin Mining considera una inversión de US$4.061 millones. La operación está a cargo de la filial argentina Deprominsa. La producción se proyecta en 125.000t/a de cobre en concentrado durante 19 años.
Para el 4T22, la compañía canadiense se comprometió a invertir US$300 millones en trabajos de ingeniería y geotécnicos, compromisos de largo plazo, construcción de campamentos y caminos, entre otras tareas, indicó Lundin en su informe de resultados del 3T22.
FILO DEL SOL
La futura mina de US$1.266 millones pertenece a Filo Mining y la opera la firma local Filo del Sol Exploración. Se extiende entre la provincia argentina de San Juan y la región chilena de Atacama. El proyecto producirá un promedio de 67.000t anuales de cobre durante 14 años.
TACA TACA
Pertenece a First Quantum Minerals. Implica una inversión de US$3.600 millones y se espera una producción máxima de 275.000t anuales en un desarrollo de 32 años. La compañía canadiense está en proceso de obtención de los permisos para operar, incluyéndose el uso de líneas eléctricas, derechos de agua y construcción de caminos. Sin embargo, en una presentación para inversionistas de noviembre, la empresa informó que no tomarían una decisión final sino hasta 2024.
PROYECTO MARA
El proyecto pertenece en un 56,25% a Yamana Gold, con sede en Toronto, y en un 43,75% a Glencore. Sin embargo, Pan American Silver y Agnico Eagle Mines propusieron en 2022 la adquisición de todas las acciones ordinarias en circulación de Yamana.
Mara requiere US$2.386 millones y podría alcanzar una producción de 241.000t anuales durante 28 años.
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