San Juan

Para la ONU el accidente de Veladero “no puso en peligro la vida humana”.

Tras el derrame de solución cianurada de la mina Veladero ya no queda ningún rastro del incidente en los ríos y las zonas que se vieron afectadas, afirmaron las más altas autoridades del Ministerio de Minería.

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Ayer salió a la luz el estudio final que un organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó en octubre y noviembre del año pasado, el cual encontró lodos con concentraciones de cianuro y metales en el cauce del río Potrerillos y que recomendó, entre otros puntos, la remoción de dichos sedimentos. Sin embargo, Marcelo Ghiglione, secretario de Gestión Ambiental y Control Minero, explicó que no fue necesario llevar a cabo dicha tarea porque el caudal de agua amortiguó el impacto y “rápida y naturalmente se recuperaron los sedimentos, las vegas y el medio ambiente en la zona en la que se produjo el vertido”.

El informe fue hecho por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el cual destacó que, al momento de los análisis, el río Potrerillos y parte del De las Taguas, en Iglesia, fueron los que se encontraban afectados por el derrame del 12 y 13 de septiembre. Ambos son los más próximos al emprendimiento minero (Zona 0 y 1, ver infografía). En cuanto al resto, la continuidad del río de las Taguas y La Palca (Zona 2), el Blanco (Zona 3) y el embalse Cuesta del Viento, hasta aguas abajo del mismo en el río Jáchal (Zona 4), “no se han constatado evidencias de anomalías asociadas al incidente ambiental”, resalta el documento.

De hecho, la fuga de solución cianurada no tuvo consecuencias en el agua que abastece a las localidades iglesianas de El Chinguillo, Malimán y Angualasto, que se encuentran pegados al río Blanco y son los poblados más cercanos a la mina. El motivo es que las fuentes de agua para dichos pueblos “no se encuentran en la ruta de transporte de eventuales contaminantes por el cauce del río Blanco”, ya que provienen de formaciones que “se extienden al este de la cordillera de Colangüil”. Luego de la fuga y como medida de precaución, la empresa Barrick repartió agua mineral en esas localidades.

El estudio también señala que “tampoco se han constatado evidencias de anomalías sobre punto alguno situado aguas abajo de dichas poblaciones”. Alejandro Rossi, asesor en Medio Ambiente de UNOPS, remarcó que el derrame “no puso en peligro la vida humana”. El informe resalta que en Cuesta del Viento y en el río Jáchal “no se han detectado cianuro ni compuestos derivados en agua superficial, así como tampoco en sedimentos”. En el departamento norteño estalló la protesta de la asamblea antiminera “Jáchal no se toca”, que tras el derrame impulsa el cierre del yacimiento y la remediación del lugar. Saúl Zeballos, uno de sus integrantes y denunciante, manifestó que no confía en los resultados de la UNOPS ni le da tranquilidad porque “trabajan con el mismo laboratorio que utiliza Barrick”. El organismo invitó para mañana, de 9 a 12, a los representantes de organizaciones civiles y al público en general a participar de una reunión en el Museo de Bellas Artes para explicar las conclusiones del estudio.

La UNOPS señaló que al, 1 de noviembre, el impacto del derrame había afectado principalmente a la zona del río Potrerillos y parte del De las Taguas. En el primero descubrieron valores elevados de cianuro y metales en agua superficial y en las vegas. La presencia de estos elementos en el lodo, “sugiere un posible riesgo de lixiviabilidad y transporte de metales pesados a través de los cuerpos de agua y consecuentes riesgos de efectos diferidos en el tiempo para los cuerpos de agua ubicados aguas debajo”, señala el informe. Por eso, la recomendación era que se removieran esos sedimentos. Pero tanto el ministro de Minería, Alberto Hensel, como Ghiglione aseguraron que ya no hay ningún vestigio. Este último dijo que el incidente fue “de baja intensidad, poca duración, en una zona pequeña y reversible”. (Diario de Cuyo, San Juan, 10/05/16)

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