El patrón oro es un sistema monetario respaldado por el oro. Es decir, que el valor de cada unidad monetaria se fija en términos de una cantidad de oro concreta. Con este sistema, el emisor de la moneda garantiza que los billetes y monedas emitidos están respaldados por oro. Si los bancos centrales respaldan su moneda en oro y plata, este sistema se denomina patrón bimetálico.
La equivalencia dinero-oro ha sido la base del sistema financiero internacional y la garantía del mismo desde el siglo XIX. A raíz de las necesidades surgidas por la Primera Guerra Mundial, algunos de los países participantes en la contienda imprimieron más dinero para financiar el esfuerzo bélico sin contar con el respaldo del metal precioso, lo que se conoce como dinero fiduciario, o dinero fiat (basado en la confianza o fe de una promesa de pago, pero sin respaldo del metal precioso).
Fue en Bretton Woods (EEUU), el 22 de julio de 1944, en la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas, cuando se aprobó la adopción del dólar como moneda global. Hasta ese momento, la moneda estadounidense era convertible legalmente en oro, a razón de 35 dólares la onza.
El patrón oro se mantuvo vigente en Estados Unidos hasta su abolición, en 1971. Desde ese momento, al dólar le sostuvo únicamente la confianza que hubiera depositada en él y en la economía estadounidense. Actualmente, a la Oficina de Acuñación e Impresión estadounidense le cuestan unos centavos producir un billete de 100 dólares, mientras que otros países tienen que producir mercancías reales por valor de 100 dólares para obtener uno de esos billetes.
Muchos son los economistas y asesores presidenciales que han aconsejado a los diferentes presidentes de Estados Unidos el abandono del ‘patrón dólar’ y la vuelta al patrón oro, con un método modernizado e internacional, como los que se propusieron en 1960 y en 1984, pero ningún presidente se ha decidido a dar el paso.
El hecho de que el sistema monetario ya no se base en el patrón oro, sino en un sistema de dinero fiat, sin más respaldo que la confianza en el banco central, ha sido objeto de muchas críticas. Desde Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión (SEMPI), su presidente, Gabriel Ruiz, ha señalado que frente a estas monedas fiat, basadas en la confianza, el oro se presenta como la solución más viable al problema de las pensiones: “en todas las crisis internacionales que se han vivido a lo largo de la Historia, el oro ha desempeñado un papel clave, desde la época de Grecia y Roma hasta las crisis políticas más recientes. El oro y los metales preciosos son el verdadero dinero, reconocido y aceptado universalmente, generación tras generación, y garantía del poder adquisitivo a lo largo de los más de 6.000 años que lleva con nosotros”.
l patrón oro es un sistema monetario respaldado por el oro. Es decir, que el valor de cada unidad monetaria se fija en términos de una cantidad de oro concreta. Con este sistema, el emisor de la moneda garantiza que los billetes y monedas emitidos están respaldados por oro. Si los bancos centrales respaldan su moneda en oro y plata, este sistema se denomina patrón bimetálico.
La equivalencia dinero-oro ha sido la base del sistema financiero internacional y la garantía del mismo desde el siglo XIX. A raíz de las necesidades surgidas por la Primera Guerra Mundial, algunos de los países participantes en la contienda imprimieron más dinero para financiar el esfuerzo bélico sin contar con el respaldo del metal precioso, lo que se conoce como dinero fiduciario, o dinero fiat (basado en la confianza o fe de una promesa de pago, pero sin respaldo del metal precioso).
Fue en Bretton Woods (EEUU), el 22 de julio de 1944, en la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas, cuando se aprobó la adopción del dólar como moneda global. Hasta ese momento, la moneda estadounidense era convertible legalmente en oro, a razón de 35 dólares la onza.
El patrón oro se mantuvo vigente en Estados Unidos hasta su abolición, en 1971. Desde ese momento, al dólar le sostuvo únicamente la confianza que hubiera depositada en él y en la economía estadounidense. Actualmente, a la Oficina de Acuñación e Impresión estadounidense le cuestan unos centavos producir un billete de 100 dólares, mientras que otros países tienen que producir mercancías reales por valor de 100 dólares para obtener uno de esos billetes.
Muchos son los economistas y asesores presidenciales que han aconsejado a los diferentes presidentes de Estados Unidos el abandono del ‘patrón dólar’ y la vuelta al patrón oro, con un método modernizado e internacional, como los que se propusieron en 1960 y en 1984, pero ningún presidente se ha decidido a dar el paso.
El hecho de que el sistema monetario ya no se base en el patrón oro, sino en un sistema de dinero fiat, sin más respaldo que la confianza en el banco central, ha sido objeto de muchas críticas. Desde Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión (SEMPI), su presidente, Gabriel Ruiz, ha señalado que frente a estas monedas fiat, basadas en la confianza, el oro se presenta como la solución más viable al problema de las pensiones: “en todas las crisis internacionales que se han vivido a lo largo de la Historia, el oro ha desempeñado un papel clave, desde la época de Grecia y Roma hasta las crisis políticas más recientes. El oro y los metales preciosos son el verdadero dinero, reconocido y aceptado universalmente, generación tras generación, y garantía del poder adquisitivo a lo largo de los más de 6.000 años que lleva con nosotros”.
Fuente: oroinformacion.com
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