Minería

¿Queremos energía limpia?: Es con uranio

Ni el Planeta, ni las economías de los países aguantan un modelo energético basado en el carbón, el gas natural y el petróleo.

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Nos guste ó no, la nuclear es la única manera de generar energía de forma masiva, límpia y barata para cubrir una parte muy significativa de la creciente demanda eléctrica. Las centrales nucleares, al no generar Dióxido de Carbono, permiten ahorrar un 8% de las emisiones de CO2 a nivel mundial.

En cuanto a las “emisiones” de las torres de refrigeración, tan frecuentemente utilizadas como símbolo de la contaminación producida por las centrales nucleares, son sólo vapor de agua.

Según la World Nuclear Association, actualmente existen 438 centrales nucleares operativas en todo el Mundo, hay 71 centrales en construcción y se proyectan otras 495 nuevas centrales. Y según la consultora UxC, una de las mejor consideradas de la industria nuclear, un reactor nuevo necesita tres veces más Uranio que uno en funcionamiento.

De hecho, detallados estudios realizados por la Asociación Internacional de la Energía indican que la demanda de Uranio aumentará hasta el año 2.035 en un 115%, lo que presionará sus precios al alza. Incluso Japón, después del lamentable accidente que afectó a Fukushima, ha decidido dar un paso inesperado acortando los plazos para la reapertura de las 48 centrales nucleares detenidas tras el apagón nuclear, aprobando además la construcción de dos nuevos reactores.

El Uranio forma parte de nuestro día a día, por lo necesario que resulta en las centrales nucleares para la generación de electricidad, y su principal ventaja como combustible nuclear es que tan sólo 5 gramos de Uranio producen la misma electricidad que 810 kilos de carbón, 585 litros de petróleo ó 480 metros cúbicos de gas natural.

Además, el Uranio se puede extraer al aire libre, sin las penalidades que sufren, por ejemplo, los que trabajan en las minas de carbón. Se extrae con dinamita, nada de pico y pala, y se recoge en camiones. No obstante, es un trabajo costoso económicamente, y hay que evaluar para saber si es rentable. A veces está muy profundo, suele encontrase muy disperso y no es sencillo seleccionarlo, y los estudios iniciales deben revelar, como mínimo, concentraciones de 1 gramo de Uranio por cada 5 kilos de tierra.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en la actualidad sólo existen 117 minas repartidas por todo el Mundo en las que se extraiga Uranio, y el 65% de la producción mundial proviene únicamente de 10 minas, con el riesgo que ésto supone en el caso de que hubiera algún problema en alguna de ellas.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el mercado del Uranio se encuentra en una situación deficitaria desde el año 1.990, déficit que se ha estado supliendo con la utilización de Uranio procedente de armas nucleares que se encuentran fuera de servicio, según un tratado firmado entre Rusia y Estados Unidos que finalizó en 2.013. Y tras la finalización del tratado, se espera que en 2.014 la oferta mundial de Uranio se reduzca en un 15%.

Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que las posibilidades de revalorización del Uranio son casi infinitas, al contrario que otras materias primas como el petróleo, que si duplica su precio pone al Mundo contra las cuerdas. En el caso del Uranio no es así, ya que su coste, una vez enriquecido, supone únicamente el 12% del total.

Esto quiere decir que aunque el Uranio cuadruplicara su precio actual, alcanzando los 136,22 dólares/libra registrados el día 18 de Junio de 2.007, el coste de la generación eléctrica de origen nuclear apenas se vería afectado. Y desde un punto de vista financiero, el consenso de los analistas y gestores consultados por Bloomberg indica que el precio del Uranio podría superar los 70 dólares/libra en el año 2.016, frente a los 30 dólares/libra actuales.

Recientemente Queensland, región situada en Australia que cuenta con unas reservas de Uranio valoradas en 18.000 millones de dólares, ha autorizado su extracción, que desde hace más de 30 años estaba prohibida. También el parlamento de Groenlandia ha aprobado derogar una prohibición, vigente desde el año 1.988, para extraer Uranio.

Incluso en España se apuesta por la minería del Uranio. La Junta de Castilla y León ha autorizado a la compañía australiana Berkeley Resources para la explotación de las minas de Uranio situadas en la provincia de Salamanca, donde se ha calculado la existencia de 21 millones de toneladas de Uranio. Todo ello podría aumentar una espiral de fusiones y adquisiciones en el mercado de la minería del Uranio.

Sin embargo, invertir en Uranio es extremadamente complicado. No se negocia en un mercado abierto, las transacciones son privadas, y su posesión física es imposible. Además, a diferencia de otras materias primas, su venta es restringida y registrada, y los compradores son siempre conocidos.

De los 23.532 fondos de inversión y 5.090 ETF´s listados por Morningstar en España a 31 de Diciembre de 2.013, el único producto cotizado que proporciona una exposición directa a éste metal estratégico es el Global X Uranium ETF, que invierte su patrimonio en acciones de empresas mineras de todo el Mundo dedicadas básicamente a la extracción de Uranio, que cabe esperar sean los beneficiarios más directos del crecimiento de la demanda mundial de Uranio.

Fuente: Hablemos de Minería.

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