La transición energética es el proceso de cambio hacia un sistema energético más sostenible, eficiente y limpio, basado en el uso de fuentes renovables y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero ¿se puede hacer sin minería? Este proceso implica una transformación profunda de la infraestructura, la tecnología y el comportamiento de los consumidores y productores de energía, y para ello se requiere de mas minerales.
En este contexto, el cobre juega un papel clave como uno de los metales más conductores de la electricidad y el calor. El cobre se utiliza en una gran variedad de aplicaciones relacionadas con la generación, el transporte y el almacenamiento de energía renovable, así como en la eficiencia energética y la movilidad eléctrica.
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Por ejemplo, el cobre es un componente esencial de los paneles solares fotovoltaicos, algunos fabricantes de paneles solares han apostado por el cobre como alternativa a la plata.
De hecho, se ha demostrado que los paneles solares que usan cobre como conductor son los más eficientes del mundo, con un 25,54% de rendimiento, según el Institute for Solar Energy Research in Hamelin (ISFH).
Estos paneles solares de cobre son obra de la compañía australiana Sundrive Solar, que ha logrado superar el récord anterior que tenía la empresa china Longi con un 25,26% de eficiencia. El uso del cobre permite fabricar paneles solares más económicos, más duraderos y más fáciles de reciclar.
El cobre en los paneles solares es una innovación que puede revolucionar el sector de la energía solar fotovoltaica, al hacerla más accesible y competitiva. Así, se contribuye a impulsar la transición energética hacia un modelo más limpio y sostenible.
¿Tiene otros usos el cobre?
Si, las turbinas eólicas, los cables submarinos, las baterías, los vehículos eléctricos y los sistemas de iluminación LED necesitan del cobre para su fabricacion. Según un estudio de la Comisión Europea, el consumo de cobre en el sector energético podría aumentar un 40% para 2050 debido a la transición energética.
La transición energética es necesaria
Pero el cobre también tiene beneficios ambientales y sociales, ya que contribuye a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, a disminuir las emisiones de CO2 y a mejorar la calidad del aire y la salud de las personas.
Además, el cobre es un recurso abundante y reciclable, lo que favorece su sostenibilidad y circularidad.
En conclusión, el cobre es fundamental para la transición energética, ya que facilita el desarrollo e implementación de soluciones innovadoras y eficientes para un futuro más verde y responsable.
En un mundo lleno de información, desinformación y opiniones, es fundamental saber distinguir la verdad de la mentira, sin el cobre, la transicion energetica no seria posible.
La transición energética es una oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible de la minería.
