San Juan

Sarmiento y la minería

El prócer fue uno de los primeros sanjuaninos en apostar por la actividad. El mismo trabajo en Chile como minero. Cuando fue gobernador de San Juan contrató a un experimentado ingeniero inglés para promover la minería.

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Domingo Faustino Sarmiento siempre creyó que parte del futuro de San Juan y del país pasaba por la minería. Es fácil encontrar en sus numerosos escritos infinidad de citas sobre el potencial minero de nuestra tierra. En Recuerdos de Provincia, quizás uno de sus mejores libros, hay muchas referencias a la riqueza que guardan tanto nuestro subsuelo como nuestras montañas, allí menciona que: “En Pie de Palo está el carbón de piedra, en Mendoza el hierro. Sólo esperan la mano del hombre para hacer grande al país”.

Es en Chile, donde estuvo exiliado, que para ganarse unos pesos Sarmiento ejerció el oficio de minero y donde aprendió las muchas posibilidades que brindaba este tipo de faena. Posteriormente otros trabajos, como el de periodista que también ejerció en Chile, le permitieron relacionarse con empresarios y profesionales que del otro lado de la cordillera trabajaban desde hacía muchos años en la actividad minera.

Pero Sarmiento no se limitó sólo a escribir lo importante que resultaba la minería para el país. Cuando accedió al poder se encargó de llevar adelante esas ideas y la primera vez que tuvo oportunidad fue al ejercer el cargo de Gobernador de San Juan a principios de la década de los \’60 en el siglo XIX.

En ese momento recordó las amistades que había hecho en Chile y contactó a Ignacio Rickard, un ciudadano inglés de profesión Ingeniero en Minas que llevaba muchos años trabajando en el vecino país.

Sarmiento designó a este ingeniero como Inspector de Minas de la Provincia y se convirtió en el primer funcionario del gobierno sanjuanino vinculado a la minería.

Ante el pedido de Sarmiento, Rickard cruzó inmediatamente los Andes. Lo hizo por el camino de Uspallata, llegando a la ciudad de Mendoza que hacía pocos meses había sido destruida por un terremoto. A la brevedad se dirigió a San Juan para hacerse cargo de sus funciones, cuando corría el año 1862.

Fruto de sus experiencias en tierras sanjuaninas el ingeniero inglés escribió un interesantísimo libro que se publicó por primera vez en Londres, en 1863, con el título de A Mining Journey across the Great Andes y que en la traducción española se conoce como Viaje a través de los Andes.

Sarmiento pretendía que Rickard hiciera una evaluación de las posibilidades mineras de la provincia. El inglés lo hizo y concluyó en que éstas eran muy grandes.

Como para demostrar el interés y la importancia que tenía la minería para él, Sarmiento en persona acompañó al inglés unos cuantos kilómetros cuando éste emprendió su primer campaña hacia la montaña sanjuanina.

Esto de acompañar un trecho al viajero que parte es algo reservado para las grandes ocasiones. Con este gesto Sarmiento estaba demostrando frente a la población la valoración que le daba a esa actividad. En aquella época no había radio ni televisión. La manera de anoticiarse era para unos pocos. Los que sabían leer repasaban los bandos que emitía el gobierno. A la inmensa mayoría, -la que no sabía leer-, sólo quedaba escuchar los comentarios en las parroquias, pulperías y reñideros de gallos. He aquí que con la recorrida de despedida había que cruzar media ciudad para llegar al menos hasta la esquina colorada, siempre punto de reunión de arrieros y carretas. Viendo al Gobernador, todo San Juan podía enterarse del interés y la esperanza de Sarmiento puestos en la minería y en el Inspector de Minas.

Rickard recorrió exhaustivamente la serranía de El Tontal e inspeccionó numerosas explotaciones mineras que se encontraban allí, por lo general pequeñas pero rentables, siendo la plata el recurso más interesante que se explotaba.

La Carmen fue la mina más importante de las inspeccionadas, situada cerca del cerro de Las Cuevas. Todo llamaba la atención del ingeniero, la belleza de la montaña, la abundancia de animales domésticos y salvajes, el potencial minero de la zona.

Luego del viaje por el Tontal Rickard recorrió el distrito de Jáchal. En total inspeccionó 24 yacimientos. “Baste decir que elegí de cada mina y pila de mineral una muestra promedio de las diferentes clases y a mi regreso a San Juan las probé en el laboratorio del gobierno”, cuenta en su libro.

El trabajo del Inspector demostró plenamente la capacidad minera de la precordillera sanjuanina.

Pero Sarmiento no se detuvo allí. Como era un convencido de que para poder desarrollarse los proyectos debían tener continuidad, unos años después cuando fue Presidente de la República, su ministro del Interior -Dalmacio Vélez Sarsfield- le encomendó a Rickard una inspección general de los distritos mineros, pero en este caso de todo el país.

 

 

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