La empresa desiste de lo invertido a cambio de que el Gobierno local la ayude a buscar comprador. Se compromete a completar en seis meses el achique del emprendimiento para el traspaso del año próximo.
Cinco meses después de haberse hecho público un compromiso de la minera brasileña Vale por rediseñar el proyecto Potasio Río Colorado y ponerlo en venta, hoy el número 1 de la multinacional, Murilo Ferreira, firmará un acuerdo con el Gobierno mendocino y aval de la Nación, en el marco del Foro Inversión y Negocios Argentina 2016.
En el acuerdo, Vale se compromete a completar en 6 meses la reingeniería para achicar el emprendimiento y traspasarlo a un inversor en 2017 sin obtener ningún rédito, luego de haber invertido u$s 1.900 M, a cambio de que el Gobierno la ayude a buscar comprador.
En ese contexto, ¿Vale se queda con las manos vacías? En principio, no: de hecho, negoció como condición quedarse con los derechos de vender sales de potasio en Brasil a un precio preacordado, y negociar el cobro de un royalty o derecho de explotación con el nuevo inversor.
Cabe recordar que en abril el Ejecutivo mendocino anunció con bombos y platillos un compromiso por el cual Vale dispondría de un plazo de 6 meses para completar el FEL 1 (reingeniería técnica y económica) de Potasio Río Colorado, a fin de reducirlo a 1/3 parte del original y así hacerlo más “vendible”.
El plan primitivo preveía producir 4 millones de toneladas de sal de potasio por año, con un presupuesto de u$s 6.300 M, del que sólo ejecutó 30%.
De ahí que, en un mercado con precios en picada (la tonelada cayó de u$s 700 a menos de u$s 200 en los últimos años), la pretensión brasileña sea minimizar inversiones.
Pero el tiempo transcurrió sin avances concretos “y con más peleas y negociaciones”, según admiten desde el Gobierno mendocino.
Claves del acuerdo
Ahora, el convenio cuya firma reunirá a Ferreira con el secretario de Minería de la Nación, Daniel Meilán, y el ministro de Economía mendocino, Enrique Vaquié, establece que la minera brasileña deberá “iniciar inmediatamente los trabajos de Ingeniería”. El plazo para completarla es, tal como se había hablado en abril, 6 meses.
Así, el siguiente paso es, con un “nuevo” proyecto a escala menor, salir a buscar inversores”.
Acerca de la falta de avances hasta el momento, según Vaquié la diferencia con lo previsto en abril “es que ahora todo queda por escrito, y además no había proyecto para salir a mostrar. Más allá de la búsqueda de inversores, con la Nación tenemos múltiples instrumentos para forzar el cumplimiento”.
La búsqueda se apoya en la Agencia Argentina de Inversiones, que precisamente se prepara para la cumbre a realizarse en Buenos Aires, con inversores de 67 países.
Según el acuerdo, a Vale le corresponde:
1- De no hallar un comprador, rehacer los estudios cada vez que se verifiquen cambios en variables que permitan inferir mejoras en el proyecto, como subas de precios, intereses, tipo de cambio o Capex (inversiones en activos que incrementan su valor).
2- Buscar inversores por el 100% del proyecto. La venta no generará “cash-in” (flujo de fondos) para Vale, sino ingresos para el proyecto.
Lo invertido es “fondo perdido”.
Desde el entorno de Ferreira, fieles al silencio predominante desde que se paralizó el proyecto en 2013, evitaron comentar los alcances del pacto, a la espera de la firma.
Lo cierto es que el mismo le da a Mendoza derecho a:
1-Designar un supervisor para la reingeniería. El hombre elegido es el subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú.
2-Supervisará la búsqueda de inversores vía Agencia Nacional de Inversiones.
3-Si se comprueba incumplimiento de Vale, podrá cancelar el acuerdo.
El plazo máximo opera en 2017. Si hasta entonces no aparece un comprador para Potasio, las partes volverán a reunirse para decidir entre dos opciones: dar por terminado el acuerdo o renovarlo, si hubiera señales de avance.
Expectativas
Las señales de un relanzamiento de Potasio parecen haber prendido en el sector minero, centrado sobre la Argentina Minning, realizada en Salta. Allí, además de destacarse la apertura de la Mesa de Diálogo Minero, los asistentes coincidieron que Mendoza posee el área cordillerana con mayor potencial.
“Malargüe es un poco la punta de la lanza de la minería para arrancar en breve, entre fin del año que viene o en 2018 con algún proyecto más definido y concreto”, señaló Julio Totero, titular de Asinmet (Asociación de Industrias Metalúrgicas de Mendoza). Alrededor de Asinmet hay 60 pymes que trabajan para la minería, con 1.600 puestos laborales. De ellas al menos 12 empresas han sido proveedoras de Vale, las cuales, a criterio de Totero, más que quedar excluídas “reducirán el volumen de sus negocios por la reformulación de Potasio Río Colorado”.
El análisis de los empresarios apunta algunos condicionantes. Como que, con los precios y costos actuales, puede llevar hasta 15 años el recupero de la inversión.
Más allá de eso, los empresarios consideran una señal positiva la firma del acuerdo entre el Gobierno de Mendoza y Vale, con la intermediación de la Secretaría de Minería de la Nación. A ella le asignan “la llave” para destrabar la política minera local.
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