En seis años más, en 2028, Argentina superará a Chile como segundo productor mundial de litio, quedando más cerca del líder, Australia.
Ese año, Argentina producirá 316 kilotonelada (kT) de carbonato de litio equivalente por sobre las 303 kT previstas para Chile por el banco de inversión JPMorgan.
En este incremento de la producción argentina de litio, clave en las baterías de electromovilidad y en otros usos industriales, las compañías del rubro han detectado una agresiva arremetida de corporaciones con sede en China en Argentina, ya sea aliándose con mineras junior, adquiriendo activos o fusionándose.
Aunque la presencia en Chile de las compañías chinas también es activa -partiendo por la posición de Tianqi en SQM- los informes internacionales destacan la rapidez con que crece la producción en Argentina.
JPMorgan prevé que de aquí al 2028 la producción argentina crecerá en 802,8%, pasando de 35 kT (kilotoneladas) de carbonato de litio a 316 kT, mientras que en igual lapso Chile la aumentará en 112%, desde 143 kT a 303 kT.
Este exponencial aumento de producción está sustentado por los precios altos de litio. El informe de esta semana de S&P Global advirtió que la cotización del mineral sigue alta por la escasez de suministro. El valor se mantiene cerca del record de US$ 70.000 la tonelada registrado en abril pasado y no se avizora un cambio demasiado drástico, pese a que en mayo pasado Goldman Sachs entregó una proyección pesimista. “Hay consenso en el mercado, incluso Albemarle habla públicamente al respecto. A ver si Goldamn Sachs cambia su posición”, posteó Joe Lowry, de Global Lithium.
Según datos de Bloomberg, hoy la toneleda de litio en China se cotiza en US$ 70.482,5, casi 10 veces más que al inicio de 2021, cuando su precio llegaba a los US$ 7.120.
Esta alza se explica por la dificultad del mercado de reaccionar con oferta de manera rápida. Los proyectos de minería de litio suelen tardar entre seis y 19 años desde un estudio de viabilidad inicial hasta la producción real, de acuerdo a un informe del mes pasado de la Agencia Internacional de Energía (AIE). Según la proyección del organismo internacional, el mundo necesita desarrollar otras 60 minas de litio para 2030 para cumplir con todos los planes de descarbonización y vehículos eléctricos de los gobiernos.
Aunque el 64% de las reservas de litio se encuentran en tres países de América Latina -Argentina, Bolivia y Chile- según un estudio de la Secretaría de Minería de Argentina, en base a datos de USGS, hay un dinamismo desigual en su desarrollo. Chile tiene una industria más antigua, pero Argentina lidera el dinamismo, según destacó el reporte del banco de inversiones norteamericano.
Compañías chinas toman posiciones en Argentina y África
Analistas del mercado del litio han advertido una agresiva arremetida de corporaciones con sede en China, ya sea aliándose con mineras junior, adquiriendo activos o fusionándose. Estas operaciones se han registrado principalmente en Argentina, aunque también en otros países de América Latina como México y en África.
Un ejemplo de esto es Ganfeng Lithium -que tiene entre sus clientes a la fabricante de autos eléctricos Tesla- quien hace 15 días acordó la compra del grupo minero argentino Lithea por una suma de hasta US$ 962 millones.
Otra operación en esa línea es la alianza de la canadiense Ultra Lithium con la china Zangge Mining para un proyecto de litio en Catamarca.
En octubre de 2021, Neolithium selló la compra de 960 millones de dólares canadienses de Zijin, activo de salmuera en etapa de desarrollo tardío en Argentina y en noviembre del año pasado, Lithium Americas anunció la adquisición de la argentina Millennial Lithium Corp por US$ 400 millones, superando la oferta de Contemporary Amperex Technology Co Ltd (CATL) de China, que también iba por esos activos. CATL selló un acuerdo de compra con AVZ Minerals para obtener litio de la República Democrática del Congo.
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