Minería

Australia apoyará la exploración para superar a China como mayor productor de oro

El sector minero de oro de Australia, actualmente el segundo mayor del mundo por detrás de China, quiere más. Su objetivo es desbancar a China como mayor productor mundial en el próximo año. Y para ello, han puesto el foco en el área de exploración, aumentando la inversión para localizar nuevos yacimientos que le permitan dar el salto adelante.

La subida del precio del metal en muchas divisas, incluyendo los dólares australianos, constituye un impulso adicional para el área de exploración, de la que depende el futuro de la producción minera de oro.

Tras la interrupción de la actividad provocada por el Covid-19, las mineras quieren incrementar la inversión en exploración para reactivar esta área, huérfano de grandes descubrimientos en los tiempos recientes.

Según explica Rob Bills, CEO de Emmerson Resources, a Bloomberg“el oro se comporta especialmente bien en momentos de volatilidad, así que las compañías que tienen dinero van a empezar a abrir el grifo muy pronto”.

Esta compañía australiana se dedica a la exploración y planea reanudar los trabajos de perforación esta misma semana, conforme se van levantando las restricciones causadas por el Covid-19

Según Bloomberg, el gasto total en exploración de oro en Australia registró un nuevo récord en el último trimestre de 2019. El total del año se elevó por encima de los 1.000 millones de dólares australianos (656 millones de dólares), un 20% más que el año anterior.

El Gobierno australiano considera necesario este aumento de la inversión para su estrategia de fomento de la minería de oro, ya que, según un reciente informe de S&P Global Market Intelligence, en los últimos tres años no se ha producido ningún descubrimiento importante, mientras que en los últimos 10 años apenas se han registrado 25.

Las compañías dedicadas a la exploración en busca de oro están ansiosas por reanudar su actividad tras el parón, ya que las previsiones apuntan a que el precio del oro seguirá subiendo durante los próximos años. Y ello, a pesar de que otras industrias y algunos de los principales productores de metales ya han anunciado recortes en la inversión de capital en los próximos años ante la perspectiva de la crisis económica.

Los trabajos de exploración que se estaban llevando a cabo en territorio australiano quedaron suspendidos, en su mayor parte, durante el pasado mes de marzo, cuando entraron en vigor las restricciones al transporte entre los estados australianos.

Esto provocó, por ejemplo, que personal de la compañía Emmerson, cuya sede está en Perth (Australia Occidental), se quedara confinado en el territorio isleño de Tasmania, mientras que otros proyectos que se llevaban a cabo en el Territorio del Norte quedaran detenidos por las acciones de las comunidades indígenas.

Por su parte, Newcrest Mining, el mayor productor de oro australiano, está desarrollando planes para reanudar los programas de exploración que se encuentran estancados en países como Chile o Ecuador. Otros programas que estaban en marcha en Australia Occidental y Canadá han continuado durante el confinamiento.

La falta de grandes descubrimientos puede ser uno de los factores que han influido en la fiebre de operaciones de concentración que ha tenido lugar en el sector durante los dos últimos años. En opinión de Adrian Courtenay, de Odey Asset Management, este aumento de las fusiones y adquisiciones puede ser una señal de que “ya no existen grandes depósitos de oro económicamente rentables por descubrir”.

Las previsiones de diversos analistas y bancos apuntan a un precio del oro de 2.000 dólares la onza en un futuro cercano. Un precio que podría seguir en niveles altos durante otros cinco años, debido a los programas de estímulos puestos en marcha por los gobiernos.

Por otro lado, las mineras también están apostando por la exploración para compensar el previsible declive de la producción de oro de Australia, derivado del progresivo agotamiento de las operaciones más antiguas.

Según estas previsiones, la producción de oro de Australia alcanzará su máximo durante los 12 meses que preceden a mediados de 2022, después de lo cual comenzará a retroceder.

Según Rob Bills, de Emmerson“se trata de un entorno ideal para las compañías mineras de oro. El coste de las perforaciones no ha crecido y hay múltiples objetivos esperando. El mercado se muestras receptivo y las perspectivas son muy positivas”.

Pese a ello, las compañías más pequeñas están encontrando dificultades de financiación para sus nuevas campañas, y van a necesitar un mayor apoyo de los mercados de capitales, encontrar apoyo en los mercados de capitales o asociarse con las grandes mineras.

Además, para este aumento del gasto en exploración se necesitará también que el Gobierno levante las restricciones al transporte, para acceder a las regiones más remotas.

Fuente: oroinformacion.com

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