A partir del planteo sobre el futuro de la minería en la provincia del Chubut, varios sectores se pronunciaron respecto de las distintas cuestiones que influyen en la práctica de la actividad, desde la generación de puestos de trabajo hasta la búsqueda de una “licencia social” que avale su puesta en funcionamiento en la región.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Industria de Puerto Madryn (CIMA), Oscar Dethier, analizó las virtudes naturales de la provincia y la posibilidad de aprovechar tales recursos para la gesta de proyectos mineros, a la vez que entendió que es necesario un sistema de monitoreo “transparente” sobre la actividad.
¿Hay expectativas de que el Chubut sea una provincia minera?
“Chubut ya es una provincia minera, a partir que nuestra principal fuente de riqueza proviene del petróleo, cuyos ingresos se distribuyen y producen beneficios en todas las regiones de la provincia, directa o indirectamente, sin excepción.
Ahora, en forma más amplia, considerando la propia historia del Chubut y por convicción propia, CIMA tiene un claro posicionamiento, desde sus inicios, a favor de la minería, la minería sustentable, privilegiando el agua, la calidad de vida y los ecosistemas, especialmente cuando poseen magnitud suficiente para provocar una significativa y efectiva contribución al desarrollo.
Con estos criterios, seguramente tanto los ambientalistas como los no ambientalistas estaríamos de acuerdo en no provocar objeciones insalvables al respecto.
Mientras esto no pase seguimos perdiendo tiempo de forma incomprensible, postergando a parte de nuestra comunidad a pasar sus vidas en un continuo vacío sin oportunidades, como es el caso de los alcanzados por la desocupación en los últimos años, y el los jóvenes que en número creciente ni siquiera pueden alcanzar el mínimo aprendizaje de vida que conlleva la responsabilidad de un trabajo legítimo y estable, porque no hay mercado laboral que los pueda recibir”.
En algunos sectores de la provincia no existe “licencia social” o bien hay cierta desconfianza de la población hacia la minería. ¿Qué se debería hacer al respecto?
El problema deriva de los riesgos ambientales y la falta de confianza en las instituciones que deben evaluar y controlar. Pero se puede y debe resolverse no solo por la minería metalífera. Comprendemos que una parte de la sociedad dude de estas capacidades, especialmente del Estado, para controlar, pero sostenemos que hay que encontrarle soluciones a esto, trabajando sobre las variables y los puntos de riesgo que deben controlarse y medirse sistemáticamente.
Deben definirse estructuras, mecanismos y tecnologías serias y rigurosas para el control permanente de todas las actividades.
Se podría definir un ente donde además del Estado participen Universidades y Centros de Investigación Científica que los tenemos sobradamente en la provincia, para otorgarle a la gestión de control la transparencia y rigor que despejen la desconfianza. Un equipo técnico multidisciplinario eficiente, cuidando que no se transforme en un mero centro de burocracia.
Podría incluirse también a representantes de habitantes y grupos de interés regionales, en los aspectos de recolección de muestras y procesamiento de las mismas. El método debe ser transparente”.
En cierto modo, entonces, ¿podría decirse la provincia tiene la capacidad de “crear trabajo” a partir de la puesta en marcha de la actividad minera?
“La provincia tiene el potencial. La capacidad es la que tenemos que mostrar especialmente los dirigentes y representantes legislativos para lograr condiciones que creen los nuevos empleos que demandan nuestras localidades. CIMA tiene tres años de vida y siempre reconocimos los problemas, son válidos los planteos pero hay que buscar soluciones y dejar de lado los extremos, como el hacer todo a cualquier costo versus el no hacer nada. Porque son incompatibles. Hay que centrarse en lo que es posible y, siempre, en los lugares donde las comunidades otorguen la licencia necesaria, es decir nunca hacer contra la voluntad de los pueblos, pero en el caso de la meseta, entendemos que hay consentimiento y licencia social para ello. Esto no implica hacerlo mal, hay que hacerlo bien”.
¿Cómo evalúa la postura del Gobierno Provincial frente al futuro de la actividad?
“Nosotros entendemos que el gobernador Mario Das Neves está diciendo ‘sí al agua y sí a la minería’, y entendemos que esto está bien. Porque son los dos términos absolutamente válidos y necesarios. Pretender eliminar alguno de ellos, está en los extremos y eso no lo compartimos. El problema a resolver está en la construcción del sistema social que viabiliza el crecimiento y desarrollo de la sociedad y eso no ocurre en los extremos. Los posicionamientos extremos son posiblemente las mayores barreras que tiene nuestra sociedad para lograr salir adelante, esperemos que el Gobierno encuentre solución favorable pronto a estas necesidades”.
Una de las cuestiones importantes de la minería es la demanda de bienes y servicios que implica la realización de proyectos de gran envergadura. ¿Está en condiciones la provincia, así como también la ciudad de Puerto Madryn, de hacer frente a esas necesidades?
“Respecto del sector privado, particularmente en nuestra región los sectores de construcciones civiles, construcciones metalmecánicas, ingeniería, montajes y servicios industriales y de logística, son en mi opinión superiores a la capacidad instalada en cualquier otro lugar de la Patagonia. No obstante y, si bien existe una elasticidad grande para dar respuesta, especialmente ahora donde sufrimos importante ociosidad, la demanda de una obra de la magnitud del Proyecto Navidad, excederá la capacidad existente en muchos casos, requiriendo inversiones y por lo tanto créditos, más el lógico incremento de personal, que debe ser seleccionado, entrenado y capacitado. En esto último participan también establecimientos de educación secundaria, institutos de formación especializados y universidades, sin contar el sinnúmero de efectos sobre otras actividades conexas y de servicios, para dar una idea del enorme impacto, aún antes de iniciarse los trabajos. Por eso necesitamos definiciones desde ahora y por los próximos 2 ó 3 años como mínimo. Esto es parte de lo que llamamos previsibilidad, que nos permite planificar. Sin esto no se puede dar respuesta, por lo tanto no se puede trabajar, menos aún invertir y menos aún contratar personal.
Uno de los elementos que dio nacimiento a la Cámara Industrial fue la necesidad de defender las capacidades locales, y si viene la minería, en las condiciones que corresponden, con los controles y el desarrollo que todos requerimos, tiene que ser en primer lugar para potenciar al empresariado local. Un empresariado local que requiere conocer con anticipación lo que se espera de él. La planificación es esencial en cualquier ámbito público o privado. Necesitamos que se abran las puertas para el desarrollo a partir de empleos legítimos para el pueblo chubutense y para los empresarios chubutenses. Si no estuviéramos preparados con nuestro propio pueblo para dar respuesta, la necesidad justificaría la migración de otras provincias postergando chubutenses. Esto no debería ocurrir. También depende de nosotros los chubutenses”.
¿Cómo está conformado dicho empresariado?
“Es importante destacar que, en este sentido, no estamos hablando de un sector dominante que ejerce influencias, forma precios o controla aspectos locales de la economía , nada de esto. Por el contrario somos Pymes, empresarios que son un trabajador más, con una responsabilidad mayor por ser dueños de la empresa y tener decenas o centenares de familias a cargo, empresarios Pyme que respaldan sus empresas de riesgo con sus propios bienes personales, incluídas sus viviendas familiares. Cuando privilegiamos que los contratos sean concedidos en condiciones de preferencia a empresas locales, a precios de competencia del mercado formal, hablamos de esta clase de empresas y con ellas también estamos protegiendo al empleo, la educación y el trabajo para los jóvenes locales”.
A partir de la caída de la actividad pesquera y el decrecimiento del consumo en términos generales, ¿de qué vive la ciudad de Puerto Madryn?
“Hace un año estimábamos en 4000 los desocupados madrynenses, fundamentalmente jóvenes. No existe una estadística certera, pero si consideramos las pérdidas de empleo en el sector pesquero y el de la construcción, con su arrastre sobre el comercio, más todos los jóvenes que por crecimiento vegetativo demandan trabajo y no lo encuentran, hoy el número supera los cuatro mil. y eso es una deuda social que tiene la comunidad y debe ser saldada con empleo. Nosotros creemos que la minería tiene una capacidad para dar respuesta rápidamente a esa carencia”.
Mientras tanto Madryn vive de la actividad remanente, y el resto como puede… donde los subsidios del estado juegan papel importante”.
¿Hay alguna estimación de la cantidad de puestos laborales que podrían llegar a cubrirse con la eventual puesta en marcha de un proyecto minero de gran envergadura?
Estimamos que el Proyecto Navidad, en su etapa de construcción, suponiendo que hablemos de un par de años, demandaría empleo directo para unos 2500 trabajadores. En el caso del (empleo) indirecto agregado, se puede multiplicar por tres, pero es un número que impacta fuertemente, no sólo en Madryn sino en Trelew y toda la región”.
Cuando hablamos de la meseta, además de la minería debemos mirar también a las oportunidades que vienen del lado de la energía eólica. Todo es un conjunto de oportunidades que nos brindan los recursos naturales, incluido el viento”.
¿En qué proyectos de desarrollo participa actualmente la Cámara Industrial de Puerto Madryn?
“A partir de la ley de fomento a las energías renovables, que va a ser incumplida, porque no se llega con el tiempo, se impone que, para el 2017, deberíamos estar generando en el país en el orden del 8 por ciento de energías renovables. Entendemos es una buena ley y potencia precisamente a las regiones que gozan del recurso del viento. De hecho, para el proyecto Navidad está previsto el uso de la energía proveniente del futuro parque eólico El Angelito. A nivel interno de nuestra CIMA, tres empresas asociadas están analizando el desarrollo de molinos de baja potencia, al amparo de esta ley, a pesar que todavía debe ser reglamentada. Dada la depresión en los niveles de actividad, hoy CIMA trabaja mucho en las ideas y en los proyectos, por lo que contribuimos, por ejemplo, para desarrollar el parque tecnológico, con todo el sector del conocimiento, formación académica, privados y del Gobierno, en la idea de que hay que innovar. Viene el futuro, las cosas cambian aceleradamente y tenemos que encontrar otro tipo de empresariado, en ámbitos donde se trabaje mucho con la investigación e incubando empresas tecnológicas. Ese es un sector donde le ponemos mucha energía, entre otros proyectos en los que nos encontramos trabajando”. (El Diario de Madryn, Chubut, 15/03/16)
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