La actividad minera es una de las industrias más importantes para el desarrollo económico, social y ambiental de muchos países.
La minería contribuye al desarrollo de diversas formas, tales como:
- Genera empleo directo e indirecto, tanto en las zonas donde se realiza la explotación como en las cadenas de valor asociadas.
- Aporta divisas por la exportación de los minerales y metales extraídos, lo que mejora la balanza comercial y fortalece la economia nacional.
- Impulsa el desarrollo de infraestructura, como caminos, energía, comunicaciones y servicios básicos, que benefician a las comunidades locales y regionales.
- Promueve la innovación tecnológica y científica, al requerir de equipos, procesos y soluciones cada vez más eficientes y sostenibles para la extracción y el procesamiento de los recursos minerales.
- Contribuye a la protección del medio ambiente, al cumplir con las normas y estándares ambientales vigentes, así como al implementar prácticas de gestión responsable y recuperación de las áreas impactadas por la actividad minera.
La minería es una actividad que requiere de una planificación estratégica, una regulación adecuada y una participación activa de todos los actores involucrados: el Estado, las empresas, las comunidades y la sociedad civil.
Solo así se podrá aprovechar el potencial minero de forma sostenible e inclusiva, generando beneficios para el presente y el futuro del país.