Minería

“El 90% de los ingresos de las compañías mineras se quedan donde se producen”

La semana pasada, se difundió un comunicado de investigadores que pertenecen al Conicet y a la Universidad de Buenos Aires donde se afirma que “no es posible una megaminería sustentable”, en relación a los cambios legislativos que se proponen para incentivar la actividad minera en Mendoza y Chubut. El documento encendió luces de alarma entre el sector productivo desde donde se puso en tela de juicio las afirmaciones realizadas por los académicos.

En diálogo con El Tribuno, el flamante presidente de la Cámara de Minería de Salta, Iván Gómez, quien es gerente de Bórax Argentina, argumentó en contra de los dos principales argumentos que se utilizan para criticar a la explotación minera: la contaminación y la expoliación. También habló sobre el reciente anuncio de paralización de inversiones del grupo francés Eramet en el proyecto de litio que tiene en la Puna salteña.

Hubo un reciente planteo desde un sector universitario en repudio a la denominada megaminería y entiendo que hasta ese neologismo es considerado erróneo desde la parte productiva…
En temas de opinión social, y todos alguna vez hemos ejercido alguna oposición o recelo hacia alguna actividad, influye mucho la semántica. Y no solo en la minería, hay otras actividades que empiezan a recibir ese calificativo de “mega” o “macro” y eso predispone a una especie de imagen de amenaza. Se trata de una mala forma de definir a la minería. Utilizan ese término para referirse a una minería como agresiva, sin embargo hay yacimientos que no son metálicos y son mucho más grandes que las minas metálicas, entonces hay una confusión en la terminología, simplemente por desconocimiento.

Es inminente la puesta en marcha productiva de la primera mina a cielo abierto en Salta, en el yacimiento de oro Lindero, que podría entrar en lo que se considera megaminería por parte de quienes critican esa forma de explotación… 
El proyecto Lindero está consolidándose, con muy buena marcha, que ha supuesto una gran mejora para el lugar en el que está radicado, en Tolar Grande. Este proyecto, que no lo llamaría mega porque todo depende de la dimensión real del mismo con respecto a otro tipo de industrias, está bien fundado técnicamente, tiene los permisos necesarios, la administración a actuado con todo el rigor, aplicando la legislación normativa que existe en la Argentina y Salta, que es muy completa para la protección del medio ambiente y los trabajadores y es un proyecto de éxito, cuyos frutos ya se están viendo incluso antes que empiece a exportar el metal. 

Hay dos temores generalizados entre quienes critican a la minería: uno es por la contaminación que puede ocasionar la actividad y el otro es la idea de que la minería no deja los recursos y el desarrollo que debería dejar en las comunidades donde se llevan adelante esta industria. ¿Esa visión preocupa al sector productivo? 
Esas visiones resumen lo que nosotros definimos como una mala imagen de la minería y se resumen en que la minería contamina y expolia, pero es todo lo contrario. Respecto a la contaminación, los ciudadanos deben saber que la legislación argentina y salteña es completa y suficiente para garantizar que cuando se autoriza un proyecto minero toda la incidencia ambiental ha sido evaluada y se le ha pedido a la compañía que implante las medidas protectoras necesarias. Esa herramienta que se llama declaración de Impacto Ambiental aglutina a muchos sectores, escucha a las comunidades que participan en ese proceso y diversos sectores de la autoridad en distintos ámbitos también se posicionan y expresan su opinión y proponen las medidas de protección necesarias y luego para verificar que lo que se autorizó en ese documento de declaración de impacto ambiental se está cumpliendo las empresas mineras anualmente realizan un monitoreo ambiental. Significa que se realiza un muestreo del entorno ambiental de nuestra actividad en presencia de la autoridad de aplicación, la Secretaría de Minería, representantes municipales y de la comunidad de la zona. Los resultados se presentan a las autoridades y quedan en el legajo de la compañía a disposición de quién lo necesite. Algo que nosotros tenemos que aprender a explicar a la opinión pública cuando se habla de proyectos mineros es hacer ver que confíen en las políticas de las empresas, de los inversores que generalmente son extranjeros y provienen de países donde la minería es exitosa, sostenible y compatible con el resto de las actividades. Los primeros interesados en que no haya un problema son los inversores porque han puesto mucha plata en un proyecto y lo último que quieren es que un error ambiental, un conflicto con las comunidades o un incumplimiento legal les paralice el proyecto. 

¿Y con respecto al otro punto?
Con respecto a que la minería se lleva la riqueza y no deja nada también tenemos que hacer un esfuerzo informativo. El arranque de un proyecto minero requiere de una inversión muy grande, de varios cientos de millones de dólares, que los aporta un capital generalmente extranjero y lógicamente ese capital tiene que devolver un retorno como cualquier inversión que se hace en cualquier país y en cualquier actividad. La minería es un negocio de riesgo muy alto al principio, porque a lo mejor el mineral finalmente no tiene la calidad que permite obtenerlo con un beneficio económico y cuando el proyecto se consolida, por 15 o 20 años, ya es una actividad de riesgo bajo y de rentabilidad no muy alta, me atrevo a dar cifras del entre el 10 y 20% anual, a veces del 5% o incluso menos, que son moderadas frente otras actividades capitalistas. De todos los ingresos que recibe la compañía, el 90% se quedan en forma de salarios y cargas sociales, compras locales e impuestos. Otra cosa es el reparto que haga el Estado de los ingresos con los que ha contribuido la actividad minera. Por cierto, tenemos 21 tipos distintos de impuestos, tasas y cánones.

¿Cuál es la situación de la minería en Salta?
Salta, y por extensión Argentina, tiene un montón de ventajas para que la actividad minera se consolide y aporte beneficios a la sociedad y por supuesto sea rentable para los inversores. Una es la calidad de los yacimientos. Históricamente no hubo una gran explotación minera en el país y eso hace que los yacimientos estén intactos frente a lo que sucede en otras partes del mundo, que ya por las décadas de explotación que llevan se están agotando. Otra es que hay una legislación muy sólida y bien armada para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales, la protección del medio ambiente y el cuidado de las comunidades. Cuando hay una legislación que es adecuada y se hace cumplir, las cosas funcionan. Luego hay una gran diversidad de minerales lo que ayuda a que el conjunto de la actividad minera sea muy sólida, porque cuando una región se especializa en uno solo mineral puede haber mayores dificultades. Por lo tanto estamos en un escenario que es muy propicio para que la minería aporte su beneficio en esta sociedad.

¿Cómo afectan al negocio minero las restricciones cambiarias?
Ha supuesto un nuevo cambio en las reglas del juego, que lo que hace pensar a cada uno en su empresa, en su estructura financiera y en su modelo de negocio, cómo le va a afectar. Hay que distinguir entre quienes estamos en explotación y los que están en inversión. Esta decisión gubernamental impacta principalmente a los proyectos que están en marcha porque son a los que se inyecta capital extranjero y el inversor quiere que el beneficio que va a obtener cuando la operación empiece a exportar mineral lo pueda devolver a los inversores, es como funciona la promoción de la actividad en cualquier negocio. Entonces si el retorno del capital se dificulta, lo que hace el inversor es pensar si coloca la plata. Esto afecta a los proyectos que están en exploración o fase de construcción. Hay una noticia que no es de buena y es que un proyecto que estaba en la fase avanzada de exploración de vialidad (el de Eramet) lo han paralizado temporalmente para ver qué hacen. No queremos que exista un efecto de alarma sobre que las empresas mineras se están paralizando porque no es así. Es la única que está ahora mismo con su proyecto en stand by. Hay una inversión surcoreana muy fuerte que está avanzando, Livent, que lleva más de 20 años en la Puna, también tiene planes de expansión, Orocobre en Jujuy está construyendo una segunda planta de litio, en el salar de Cauchari avanza otro proyecto, al igual que en el salar El Diablillo hay más proyectos de litio, está Abraplata avanzando en su proyecto de oro, es decir que hay mucha exploración minera que sigue en marcha.

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