Minería

El precio del oro se mantendrá sobre los 1.900 dólares la onza durante el resto del año

El futuro del oro durante los trimestres que quedan de 2022 se presenta muy positivo. El metal se mantendrá por encima de los 1.900 dólares la onza durante lo que queda de año, gracias al impulso procedente de la demanda del sector joyero, el aumento de las inversiones en ETF de oro y las compras por parte de los bancos centrales.

En una reciente conferencia online celebrada por S&P Global Market Intelligence, el analista Bjorn Goosen ha apostado por que el oro va a mantenerse por encima de los 1.900 dólares la onza durante lo que queda del año. La demanda de metal procedente de los sectores de joyería, inversión en ETF y sector oficial va a ser determinante para que el metal mantenga el alto nivel alcanzado durante los primeros meses de este año.

Según el analista, los factores clave para el metal precioso seguirán siendo la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el elevado índice de inflación, la preocupación acerca del crecimiento económico y las próximas subidas de tipos protagonizadas por los principales bancos centrales.

“La economía global y los mercados crediticios se están enfrentando ahora mismo a factores desfavorables derivados del conflicto entre Rusia y Ucrania, a crecientes presiones inflacionarias, a las próximas subidas de los tipos de interés y a la amenaza recurrente de la pandemia”, señaló Goosen, quien estimó el crecimiento del PIB global durante este año en un 3,6%.

Semejante entorno implica que el precio del oro se va a mantener firme durante los próximos trimestres: “nuestra previsión de precios para el oro se presenta muy positiva a corto y medio plazo, permaneciendo por encima de la barrera de los 1.900 dólares la onza gracias a la incertidumbre geopolítica y macroeconómica”.

A finales de año, sin embargo, comenzará a cobrar relevancia un factor que puede perjudicar al oro: los crecientes tipos de interés, que pueden presionar a la baja al precio del metal, hasta los 1.825 dólares la onza.

“Por lo que se refiere a los bancos centrales, esperamos que suban los tipos de interés para controlar la inflación. Y creemos que los precios van a empezar a caer hasta el entorno de los 1.825 dólares la onza hacia finales de este año”, apunta el analista de S&P Global Intelligence.

El aumento que ha registrado la demanda de oro durante lo que llevamos de año ha tenido mucho que ver con la idea de que el metal precioso es un elemento de protección frente a la inflación que, en marzo, subió hasta el 8,5% anual en los Estados Unidos, su máximo desde el año 1981.

Según el analista, buena parte de este aumento de la demanda procede del sector de joyería, inversión en ETF y bancos centrales.

Tras alcanzar un máximo de 2.052 dólares la onza durante este año, los contratos de futuros del Comex con entrega en junio estaban cotizando a 1.945 dólares. La actual tensión geopolítica y la inflación siguen convenciendo a los inversores de mantener sus actuales posiciones en oro.

La consultora estima también que la producción de metal precioso procedente de la minería va a crecer un 5,8% este año respecto a 2021, con Australia superando a China como el mayor productor mundial y Rusia ocupando el tercer puesto.

Los presupuestos de exploración de las compañías mineras van a crecer un 42% interanual en 2022, hasta alcanzar los 6.200 millones de dólares, superando los niveles anteriores a la pandemia.

“Esto supone una vuelta a unos niveles que no se veían desde el año 2013, cuando se produjo la última crisis de las commodities”, señala el analista.

Durante este año se espera que los costes totales en efectivo de la actividad de extracción de oro se incrementen en un 10% y sobrepasen los 900 dólares la onza, a causa del encarecimiento del crudo, la energía y las materias primas.

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