El Concejo Deliberante debatió un proyecto opositor por el tema de la minería, pero no tuvo apoyo.
Hacían falta, al menos, 4 manos levantadas para llamar a consulta popular en Jáchal el domingo 14 de agosto para decirle sí o no a la megaminería en la zona, pero sólo 3 concejales apoyaron la iniciativa y el intento fracasó. Apenas conocida la determinación, fue el detonante para que un nutrido grupo de obreros de las mineras apostados a unos pocos metros del recinto de sesiones empezaran a festejar agitando pancartas y batiendo los redoblantes por un buen rato. El autor de la iniciativa no descartó insistir, pero no lo podrá hacer este año.
La idea surgió a instancias del concejal Jorge Morales, un reconocido dirigente antiminero, quien presentó la propuesta de llamar a consulta popular para decirle sí o no “a la megaminería y/o actividad perjudicial con tóxicos y explosivos en toda la cuenca hídrica que forma el río Jáchal”. Iba a ser obligatorio para la gente ir a votar, pero el resultado era no vinculante, es decir que no generaba la obligación de cumplirlo. Pero fueron necesarias 3 sesiones para que la idea se terminara debatiendo y ayer fue el día decisivo. Junto con Morales, quien viene de renunciar al Frente Compromiso con San Juan por diferencias con el senador Roberto Basualdo, votaron a favor el bloquista disidente José Codorniú y la militante del Forja, Cristina Aballay. En cambio, los dirigentes del Frente para la Victoria, Javier Llanos, quien también preside el cuerpo, Rosa Castro y María Fernanda Díaz, optaron por la abstención. En la práctica no dijeron no al llamado, pero con su actitud la iniciativa se cayó.
El debate por el tema se prolongó más de 3 horas y fue cubierto por todos los medios de comunicación del departamento norteño e incluso las radios lo transmitieron en directo. Esa posibilidad fue aprovechada por unos 300 trabajadores de las mineras, sobre todo de Gualcamayo, el emprendimiento ubicado en el departamento, quienes siguieron por radio paso a paso la sesión y por eso se enteraron en forma inmediata cuando terminó la votación y celebraron el resultado, incluso con bombas de estruendo.
Aunque la sesión fue ríspida y los concejales en varias oportunidades elevaron sus tonos de voz en acaloradas discusiones, afuera todo transcurrió en calma y no hubo ningún tipo de enfrentamiento. Para eso, la Policía del departamento, con refuerzos llegados de la Capital, cortó el tránsito en la calle Florida, frente al edificio de la Sociedad de Socorros Mutuos, donde funciona el Concejo Deliberante. Así, en la esquina de Florida y General Paz se apostaron los empleados de las mineras, mientras los más encendidos críticos de la minería en la zona, los integrantes de la Asamblea “Jáchal No se Toca”, permanecieron en su carpa en la plaza departamental, distante unas 5 cuadras, por lo que en ningún momento tuvieron la oportunidad de enfrentarse.
Entre los argumentos a favor y en contra del llamado, la concejal Díaz dijo que el proyecto “no era viable”, mientras que Castro consideró que “si es sólo para una opinión no tiene sentido”, con referencia a que el resultado del llamado era no vinculante. Llanos habló de un intento de “manipulación política maliciosa”. Entre los defensores de la idea, Morales pidió “hacer minería pero sin perjudicar el agua y los glaciares”, mientras que la concejal Aballay sostuvo que “estamos violando el sentido de la democracia”. Codorniú, por último, expresó que tras el derrame en Veladero la minería había perdido licencia social y había que “recuperarla”.
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