Javier Touriñan, jefe de la bancada del FpV, confirmó ayer que si Nación decidiera explorar uranio en el yacimiento chubutense Cerro Solo, no existe hoy ninguna restricción legal, dado que el material está exceptuado de los alcances de la Ley 5001. La inclusión de una planta piloto para explotar el mineral nuclear en el yacimiento de la meseta vuelve a poner de lleno el debate minero en la agenda provincial.
La previsión financiera que realiza Nación para el proyecto de explotación de uranio en Chubut es mínima, con apenas $ 10 M en dos años, mientras los referentes en materia de Geología destacan que una planta piloto como la incluida en el Presupuesto Nacional 2017 solo tiene como fin extraer material para muestras. Sin embargo, el claro empuje que el Gobierno nacional dio a la minería reaviva sospechas en una provincia donde varias veces se impuso el “no a la mina”.
Así, con la redacción de un nuevo Pacto Federal Minero listo para fin de año como lo plantean desde Nación, la reunión coordinada en Capital Federal para que el gobernador se reúna con la minera canadiense Pan American Silver que quiere reflotar el Proyecto Navidad, la quita de las retenciones a la actividad, y ahora la inclusión en el presupuesto nacional de los fondos para construir una planta piloto para la extracción de uranio, imponen en la agenda chubutense un debate que se viene dando de manera cíclica en los últimos 13 años.
Mientras muchos descansan en el carácter restrictivo de la Ley 5001, que debería ser modificada para iniciar cualquier tipo de actividad minera en Chubut, Javier Touriñan, jefe del bloque FpV en la Legislatura subrayó ayer que en la provincia no puede introducirse actividad con recursos mineros que no sean propios del territorio porque está prohibido por la Constitución, con lo que no podría procesarse uranio de otros territorios. No obstante, destacó que si la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) decidiera explotar el yacimiento “hoy no tendría restricciones”.
“La Ley 5001 no lo prohíbe. La restricción abarca solo la explotación metal minera con utilización de cianuro, con lo que no abarca al uranio”, sostuvo Touriñan, para recordar que esa es la única norma vigente hoy que pone cotos a la minería, dado que el proyecto de Iniciativa Popular que pretendía prohibir toda la actividad minera se aprobó reformulado en 2014 y además fue derogado a principios de este año.
“El marco minero que propuso la gestión Buzzi planteaba por ejemplo la consulta popular por regiones, pero se desdobló para aprobar solo el petrolero y nunca se trató, con lo cual la única restricción que tiene hoy Chubut es la que plantea la 5001”, subrayó el diputado.
Por otra parte, y respecto de la consulta popular, especificó que esta puede darse de manera vinculante o no vinculante, y que en el primer caso debe convocarla el Poder Ejecutivo sobre un proyecto de ley que tenga estado parlamentario, es decir por algún proyecto minero específico o un marco regulatorio, y no bajo el orden general de “minería si, o minería no”, con lo que cuestionó que la posibilidad de hacer una consulta en 2017.
Sobre los marcos restrictivos, Touriñan recordó que las asambleas populares reiteraron en agosto el pedido para que se trate el proyecto original que habían presentado en la Legislatura con el respaldo de 14.000 firmas. Así, en función en la derogación del Gobierno provincial mencionada, los plazos transcurridos desde la presentación original y el que haya sido tratado en recinto -aunque se aprobó con modificaciones, algo que las agrupaciones cuestionan–, determinan que el cuerpo legislativo deba pedir un dictamen al fiscal de Estado, Diego Martínez Zapata, para determinar el estado de legalidad de las 14.000 firmas que acompañaron la iniciativa dos años antes.
Los adobes, el antecedente
Aunque Cerro Solo es el yacimiento que la CNEA tiene hoy como objetivo, durante la dictadura militar el organismo nacional explotó una mina de uranio en Chubut. A principios de la década de 1970, se definió producir en el yacimiento Los Adobes, situado a 40 kilómetros de la localidad de Paso de Indios, en el valle del río Chubut. En 1974 se construyó una planta de tratamiento del mineral y producción de concentrado de uranio, y se puso en marcha la instalación en el segundo semestre de 1977.
La explotación del yacimiento Los Adobes se realizó por el total de sus reservas. Posteriormente, en la misma instalación, se cargó el mineral procedente de otro yacimiento cercano llamado Cerro Cóndor. Entre ambos se procesaron 145.000 toneladas de mineral.
Cerro Solo, en tanto, es objetivo público desde 2012 por la cantidad de material pasible de explotación. Según se informaba desde la propia CNEA ese año, el objetivo central era abastecer la industria nacional de energía atómica, para la que Cerro Solo podría bastar hasta el año 2090. La CNEA había determinado reservas certificadas en ese yacimiento por más de 6.000 toneladas.
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