Chubut, Minería

 Las contradicciones de Jorge Taboada y la minería en Chubut – ¿Oportunismo o cambio genuino?

En los últimos días, el sindicalista Jorge Taboada, secretario general de Camioneros de Chubut, declaró enfáticamente que «No hay otra alternativa para la generación de empleo que no sea la minería», posicionándose como un defensor clave de la actividad en la provincia.

Sin embargo, este discurso contrasta con sus fuertes críticas al sector en el pasado, lo que genera dudas sobre la coherencia de su postura y, de paso, refleja un problema mayor: la dificultad de la industria minera para ganar credibilidad ante una sociedad cansada de vaivenes políticos.

De acérrimo opositor a defensor: ¿Qué cambió?

Hace apenas cuatro años, Taboada era una de las voces más duras contra la minería en Chubut. En 2020, en medio del debate por la zonificación minera, el sindicalista no solo cuestionaba la actividad, sino que acusaba a las empresas de prácticas corruptas:

«Las mineras nos tienen acostumbrados a que van coimeando por todo el mundo para llevar adelante esta actividad. Esto lo venimos denunciando hace bastante tiempo. Es lo que se viene porque ya están los compromisos hechos, los adelantos», declaró en ese entonces.

Pero su oposición iba más allá de las palabras. En 2021, cuando la Legislatura de Chubut debatía la modificación de la ley de zonificación minera (que buscaba habilitar proyectos en ciertas áreas de la meseta), Taboada fue parte de las presiones para que diputados oficialistas, como Tatiana Goic, no acompañaran la iniciativa. En ese momento, argumentaba que la minería «no era la solución» y que Chubut debía buscar «alternativas productivas menos riesgosas».

Hoy, sin embargo, su mensaje es radicalmente opuesto: insiste en que la minería es «la única salida laboral» para la provincia. Taboada sostiene que el modelo petrolero tradicional está agotado y que las inversiones se han desplazado definitivamente hacia Vaca Muerta. «La actividad petrolera tal cual la conocemos históricamente no va a volver a la región. ¿Por qué? Porque, por una cuestión netamente económica o de inversión, se van a Vaca Muerta», explicó.

El problema de fondo: Minería, credibilidad y licencia social

Más allá de la contradicción personal de Taboada, su cambio de postura ejemplifica un problema estructural de la industria minera en Argentina: la falta de un mensaje sólido y creíble.

  1. El costo de los discursos cambiantes
    Cuando referentes sindicales, políticos o sociales modifican abruptamente su posición sin una explicación clara, alimentan la desconfianza ciudadana. Si ayer la minería era sinónimo de corrupción y hoy es la gran esperanza laboral, ¿en qué quedó la crítica original? ¿Hubo un cambio real en el sector, o simplemente cambiaron los intereses en juego?
  2. La minería sigue sin comunicar bien
    El sector ha fallado en construir una narrativa transparente. En vez de demostrar con hechos que los proyectos son sustentables (con controles ambientales rigurosos, beneficios concretos para las comunidades y trazabilidad en los procesos), muchas veces depende de figuras polémicas que oscilan entre la demonización y la promoción acrítica.
  3. La licencia social no se gana con oportunismos
    Para que la minería avance en Chubut (o en cualquier provincia con resistencia social), necesita actores creíbles, no voceros que cambien de discurso según el gobierno de turno. Si la industria sigue asociándose a personalidades que hoy la atacan y mañana la defienden sin explicaciones sólidas, difícilmente logrará convencer a una población que ya desconfía de las promesas fáciles.

¿Hay salida?

La minería puede ser una alternativa económica válida, pero requiere:

  • Transparencia: Informes públicos, auditorías independientes y participación real de las comunidades.
  • Coherencia: Voceros que sostengan argumentos técnicos, no opiniones volátiles.
  • Diálogo genuino: Escuchar críticas y ajustar proyectos, no imponerlos desde la presión política o gremial.

Mientras tanto, casos como el de Taboada solo refuerzan la percepción de que, en Argentina, y sobre todo en Chubut, la minería sigue siendo un tema de negocios y no de políticas de Estado.