Aunque es conocido como el sobrenombre de ‘El estado de la plata’, Nevada tiene más razones para reclamar el título de ‘El estado dorado’ que, sin embargo, ostenta su vecina California. En efecto, aunque ésta fue la sede de la fiebre del oro más importante de Estados Unidos en el siglo XIX, Nevada se ha convertido en el centro de la minería estadounidense del oro, hasta el punto de que, si fuera una nación, sería el quinto mayor productor mundial.
Como explican desde Visual Capitalist, el sobrenombre de ‘El estado de la plata’ hace referencia al descubrimiento de la veta de Comstock, en el año 1859, que atrajo a numerosos mineros a Nevada, en busca de concesiones para explotar.
Las noticias del descubrimiento de plata en Nevada se extendieron por Estados Unidos y provocaron un desplazamiento en masa comparable al que había tenido lugar hacia California diez años antes.
El establecimiento de miles de mineros en campamentos, que acabaron por convertirse en ciudades, constituyó el elemento catalizador que contribuyó a que lo que hasta entonces era un territorio fuera declarado oficialmente como estado de la Unión en el año 1864.
Sin embargo, en las minas de Nevada había mucho más que plata. De hecho, las cifras estimadas apuntan a una enorme producción de oro en las diferentes regiones mineras del estado.
Así, se calcula que hasta 1959 se extrajeron alrededor de 8,6 millones de onzas (270 Tm) de oro del filón de Comstock. En la zona de Eureka, la producción ha sido de 1,2 millones de onzas (37 Tm). Y en la mina de cobre Robinson, la producción fue de 2,7 millones de onzas (84 Tm).
La producción de plata y oro procedente del filón de Comstock generó inmensas fortunas, cuyos propietarios desempeñaron un papel muy importante en el crecimiento del estado de Nevada y de ciudades de la vecina California como San Francisco.
Esta última era un importante destino al que iban a parar buena parte del oro y la plata extraídos en Nevada. Hasta tal punto, que la United States Mint, la Casa de la Moneda estadounidense, se vio obligada a inaugurar una sucursal en la ciudad para custodiarlo.
Solo en su primer año de operaciones en la ciudad, la ceca de San Francisco acuñó y puso en circulación monedas de oro por valor de más de cuatro millones de dólares.
Mientras la fiebre del oro de California se convertía en un acontecimiento que pasó a los libros de Historia, la industria minera de los metales preciosos en Nevada apenas acababa de comenzar.
A día de hoy, no existe comparación posible entre ambos: California produjo 140.000 onzas (4,35 Tm) de oro en 2018, un minúsculo porcentaje de los 5,58 millones de onzas (173,5 Tm) producidas por la vecina Nevada.
Geología
La composición geológica del subsuelo de Nevada muestra tres grandes yacimientos o vetas de las que se extrae la mayor parte del oro en el estado: la veta de Cortez, la de Carlin y la de Walker Lane.
De estas tres vetas se ha extraído la mayor parte de los 170 millones de onzas (5.287 Tm) de oro que el estado ha producido entre 1835 y 2018 y que le han permitido convertirse en la jurisdicción que más oro ha producido en Estados Unidos y una de las principales del mundo.
El grueso de la producción procede de los yacimientos de Cortez y Carlin, donde las minas extraen oro de baja graduación de un tipo de depósito mineral conocido como ‘oro de tipo Carlin’.
El descubrimiento de estos depósitos y la tecnología necesaria para extraer el oro de ellos ha sido lo que ha convertido a Nevada en la potencia minera de oro que es hoy día.
El estado alberga al que es el mayor complejo minero de oro del mundo, conocido como Nevada Gold Mines y localizado en la veta de Carlin. Comprende un total de ocho minas, con sus correspondientes infraestructuras e instalaciones de procesado, cuya propiedad se reparten las dos mayores mineras de oro mundiales: la estadounidense Newmont y la canadiense Barrick Gold.
A día de hoy, en el estado siguen funcionando un total de 27 minas de oro: Aurora, Bald Mountain, Borealis, Carlin, Coeur Rochester, Cortez (en la imagen), Denton-Rawhide, Fire Creek, Florida Canyon, Gold Bar, Goldstrike, Hollister, Hycroft, Jerritt Canyon, Lone Tree, Long Canyon, Marigold, Midas, Mineral Ridge, Pan, Phoenix, Robinson, Round Mountain, Ruby Hill, South Arturo, Tuquoise Ridge y Twin Creeks.
El futuro
En cuanto al futuro, aunque la producción actual está asegurada, sería necesario que se descubrieran nuevas explotaciones para asegurar la cartera de proyectos que garantizarán el mantenimiento de la producción durante los próximos años. Y lo cierto es que no se están descubriendo nuevas minas.
Según los expertos, el futuro de la minería de oro de Nevada se encuentra en la veta de Walker Lane, en la que han tenido lugar los descubrimientos más recientes y que ha atraído el interés de importantes compañías mineras, que buscan explorar el territorio con vistas a una posible explotación.
Este yacimiento cuenta con una concentración muy alta de oro, reservas crecientes y un enorme potencial. Curiosamente, desempeñó un papel fundamental en la historia minera del estado, ya que la primera mina establecida en 1859, la de Comstock Lode, se encontraba sobre esta veta. Y puede ser Walker Lane la que, además de iniciar la historia, garantice el futuro de la minería del oro en el estado de Nevada.
Fuente: oroinformacion.com
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