El oro está presente en la medicina, la industria, la ingeniería, el transporte y la tecnología y hasta fue clave para uno de los desafíos más importantes del Siglo XX: la llegada a la Luna, en 1969, cuando jugó un rol preponderante por sus cualidades reflectivas, protegiendo a astronautas, cápsulas y elementos del calor del sol y la radiación infrarroja.
En la medicina el oro es utilizado en rayos láser para una mayor precisión en el tratamiento de pacientes con cardiopatías o tumores cuya operación antes era impensada. Se utiliza también en las hebras de ADN para el estudio del material genético de las células y está presente en termómetros de precisión y en la unión de agentes químicos complejos (como proteínas) para la creación de drogas y medicamentos de alta complejidad.
El oro ayuda a salvar vidas de otras maneras. Al tener una alta resistencia a la alteración química por parte del calor, la humedad y la mayoría de los agentes corrosivo, los airbags de los automóviles poseen contactos de oro y sensores electrónicos para asegurar que funcionen cuando sea necesario.
El oro en los aviones, está presente en los compresores cuyas aspas tienen la función de enfriar sus turbinas, que llegan a alcanzar temperaturas altísimas.
El oro en la industria, se utiliza equipamiento infrarrojo recubierto de oro para detectar altas concentraciones de monóxido de carbono u otras sustancias que contaminan el ambiente.
El oro en la minería subterránea se emplean sensores activados por oro que alertan sobre niveles escasos de oxígeno y disparan automáticamente y en segundos la reposición de este gas imprescindible para vivir.
El oro en la exploración espacial ha sido y continúa siendo un protagonista primordial. Ya en la primera caminata lunar en 1969, el oro jugó un rol preponderante por sus cualidades reflectivas, protegiendo a astronautas, cápsulas y elementos del calor del sol y la radiación infrarroja.
El oro está presente en componentes como cables, visores y líneas de combustible en vehículos y aviones para protegerlos de las altas temperaturas. También se emplea como aislante térmico en satélites climatológicos y en el telescopio Hubble, evitando que se dañen sus partes y se provoquen mermas en su operación.
En esta era de la información y las comunicaciones, el oro también contribuye al libre intercambio de ideas de un extremo al otro del mundo. Los circuitos integrados de las computadoras, equipos electrónicos y de telecomunicaciones emplean oro, que evita la corrosión en condiciones atmosféricas normales.
Sus usos son diversos y valiosos y su intervención se volvió fundamental.
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