Una ventana de oportunidad se abre para Chubut, permitiéndole diversificar su economía, generar empleo masivo y dejar atrás la dependencia de un petróleo en franco declive.
Sin embargo, la inacción en el desarrollo minero amenaza con desaprovechar inversiones millonarias, la creación de miles de puestos de trabajo y la explotación de recursos estratégicos para el país.
Chubut se asienta sobre un tesoro de riquezas naturales desaprovechadas. El Proyecto Navidad, uno de los yacimientos de plata más grandes a nivel global, tiene el potencial de impulsar la economía local con la creación de miles de empleos directos e indirectos. Asimismo, la provincia alberga importantes reservas de uranio, un recurso crucial para el abastecimiento de las centrales nucleares argentinas, abriendo la puerta a un liderazgo nacional en energía limpia. A esto se suma el Proyecto Suyai, cercano a Esquel, que podría generar más de 1.000 puestos de trabajo bien remunerados, dinamizando la economía de la región cordillerana.
Los beneficios de un desarrollo minero para Chubut son evidentes:
- Diversificación económica: La provincia podría reducir su fuerte dependencia del petróleo, cuya producción ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años.
- Inversión privada y desarrollo regional: El impulso de proyectos mineros atraería inversiones significativas, mejorando la infraestructura, los caminos, los servicios y generando crecimiento en comunidades que hoy luchan contra el estancamiento.
- Trabajo formal y capacitación: Se crearían empleos de calidad, brindando oportunidades en una provincia donde una parte importante de la población depende de subsidios estatales.
El gran obstáculo: Una sombra empresarial que no comunica
Paradójicamente, el principal escollo para este desarrollo no radica hoy en la oposición ambientalista, sino en la incompetencia de una única empresa minera que ostenta las concesiones de los proyectos Suyai y Navidad, Pan American Silver. A pesar del marco regulatorio favorable impulsado por la propia provincia en 2021 a través de la zonificación minera, esta empresa no logró comunicar su proyecto de manera transparente y efectiva y terminó con una ley derogada por los mismos que le acariciaron el lomo y le ofrecieron votar la zonificación.
Su falta de estrategia comunicacional y su deficiente gestión comunitaria, terminó con como todos esperábamos, sembrado desconfianza en la población. Esta desconfianza es hoy utilizada como argumento para bloquear cualquier avance en la actividad minera en la provincia, frustrando las expectativas de crecimiento y progreso.
Es tiempo de un debate serio
Chubut no puede permitirse seguir perdiendo esta oportunidad histórica. Es imperativo avanzar hacia un debate informado y responsable, basado en datos concretos y no en prejuicios infundados o lobby empresarial con voceros comunitarios que nada tienen que ver con los proyectos mineros.
Para ello, se necesitan:
- Empresas mineras responsables: Compañías comprometidas con la transparencia, la comunicación, la protección ambiental y el desarrollo social de las comunidades donde operan.
- Un debate informado: Un diálogo abierto y constructivo, basado en estudios técnicos y científicos, que permita comprender los beneficios y los riesgos de la actividad minera moderna.
- Políticas claras: Marcos regulatorios que fomenten el desarrollo industrial sostenible, garantizando la protección del medio ambiente y la participación de las comunidades locales.
La minería bien hecha ya es una realidad palpable en otras provincias argentinas como San Juan, Santa Cruz y Catamarca, donde genera empleo de calidad y dinamiza las economías regionales. Chubut merece la misma oportunidad de construir un futuro más próspero y diversificado.
